El presidente Donald Trump ofreció hoy condolencias a México por las siete personas de ese país que fueron asesinadas en un tiroteo en la ciudad de El Paso, Texas, al tiempo que lanzó una condena contra el racismo y el supremacismo blanco.
«Estas matanzas bárbaras son ataques a nuestras comunidades, un ataque contra una nación y un crimen contra toda la humanidad», dijo Trump en un discurso en cadena nacional desde la Casa Blanca.
Calificó los tiroteos masivos en Texas y Ohio como «ataques nefastos» y «crímenes contra toda la humanidad».
El mandatario también condenó “el odio racista” del atacante de El Paso y aseveró que todos los estadunidenses “deben condenar el racismo, los prejuicios y el supremacismo blanco”.
«Y (con) una voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y la supremacía blanca. Estas ideologías siniestras deben ser derrotadas. El odio no tiene lugar en Estados Unidos. El odio deforma la mente, devasta el corazón y devora el alma», declaró.
«Son la enfermedad mental y el odio los que halan el gatillo, no la pistola”, agregó Trump.
Horas antes en Twitter Trump pidió “fuertes revisiones de antecedentes” para quienes quieren comprar armas, pero no aclaró qué tipo de ley respaldaría.
Trump condenó las matanzas en Texas y Ohio que en total dejaron 29 muertos y decenas de heridos.
«Nunca los olvidaremos, ni a los muchos que vinieron antes”, expresó el mandatario.
La Cámara de Representantes, controlada por demócratas ha pasado leyes que incluyen revisiones más estrictas para quienes quieren comprar armas de fuego, pero los republicanos en el Senado no han hecho nada al respecto.
Trump también ha incumplido promesas de endurecer las leyes de armas.
El presidente estadunidense insinuó el lunes que propondría una ley de control de armas vinculada con las medidas que él desea para controlar la inmigración, pero no dio detalles.
El fin de semana, el mandatario trató de asegurar a los estadunidenses que estaba lidiando con el problema y defendió su administración ante las críticas sobre el tema de las armas.
«Hemos hecho mucho más que la mayoría de las administraciones”, dijo Trump, sin dar más detalles.
«Realmente hemos hecho mucho. Pero quizás haya que hacer más”, agregó.
En febrero, la Cámara de Representantes aprobó una legislación bipartidista para exigir verificaciones de antecedentes a nivel federal para todas las ventas y transferencias de armas y otra iniciativa que requería un periodo de revisión de hasta 10 días para las verificaciones de antecedentes en la compra de armas de fuego.
La Casa Blanca amenazó con vetar ambas iniciativas.
En febrero, en una reunión con sobrevivientes y familiares del tiroteo escolar en Parkland, Florida, en 2018, en el que murieron 17 personas, Trump prometió ser “muy fuerte en las verificaciones de antecedentes”.
Trump afirmó que se enfrentaría a los defensores del uso de armas pero luego se retractó, expresando su apoyo a cambios modestos en el sistema federal de verificación de antecedentes y para armar a los maestros.
En marzo, una encuesta realizada por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research encontró que 67 por ciento de los estadounidenses está a favor de leyes más estrictas sobre armas, 22 por ciento dice que deben dejarse como están y el 10 por ciento piensa que deben suavizarse.