¡Hoy también, es un gran día! Los niños regresaron a la escuela, esto es una buena noticia, y no porque las madres tendrán tiempo para relajarse, tiempo para ellas, ¡NO! Sino porque cuando los niños están en la escuela están adquiriendo habilidades que les ayudarán a enfrentar su vida futura, porque como planteaba María Montessori “El niño es el padre del hombre”, y esta oración tan sencilla dice tanto y abarca tantos aspectos, sino es que todos los aspectos de la vida y déjeme decirle que incluye también a las mujeres, porque desde siempre el término hombre ha incluido e incluye a las mujeres.
Preparemos a los niños que serán los padres del mañana. Este pensamiento es clave en el famoso método de enseñanza Montessori y es clave para la regeneración de la humanidad.
María Montessori, nació el 31 de agosto de 1870 en Italia, descendiente de una familia de la nobleza de Bologna; asistió a las mejores escuelas, ingresó a la Regia Escuela Michelangelo Buonarroti, en la que María era la única alumna entre varones. Sufrió el rechazo de parte de su padre por querer estudiar medicina por su condición como única mujer en una época en que se le consideraba una carrera para hombres; esto la obligó a realizar sus prácticas con los cadáveres de noche y sola. Se cuenta que una noche en que regresaba desanimada por el rechazo que vivía, decidió interrumpir sus estudios; sin embargo, iba atravesando el parque Pincio, vacío a esa hora, cuando vio a una mujer pidiendo limosna acompañada de su hijo, quien se entretenía con un papel rojo del piso. Esto la motivó a continuar sus estudios para poder ayudar a sus semejantes. Eventualmente se reconcilió con su padre después que éste la escuchara dar una conferencia después de su primer año de estudios.
María se convirtió en la primera mujer médico de Italia y desde el inicio de su vida profesional mostró tendencia para alzar la voz en favor de los menos privilegiados.
Fue elegida para representar a la mujer italiana en el Congreso Feminista celebrado en Berlín, donde defendió la causa del trabajo en la mujer y lo hizo con tanto ardor
y eficiencia, que su presentación fue publicada en la prensa de varios países.
También participó en un congreso similar en Londres, donde atacó severamente la práctica de emplear niños en los trabajos de las minas de Sicilia y dio su apoyo a un movimiento en contra de la explotación laboral infantil, patrocinado por la reina Victoria I.
María Montessori mantuvo una relación amorosa con el doctor Giuseppe Montesano, quien fuera su colega en la escuela para retrasados mentales; relación de la cual nació, fuera del matrimonio su único hijo, Mario, por lo que mandó al niño para que lo cuidaran como un hijo más de la familia y hasta que fue un adolescente, supo que ella era su madre.
En la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Roma, debía elegir entre los de niños con problemas mentales, a los que serían sometidos a la enseñanza clínica; un día, una asistente le informó que los pequeños jugaban con las migajas de la comida, así llegó a la conclusión de que las deficiencias mentales eran un problema pedagógico, y tuvo la idea de prepararles un ambiente agradable para ayudarlos, con la seguridad de que un tratamiento basado en una educación especial ayudaría a su condición mental. Se apoyó en un método de educación especial para este tipo de niños desarrollado por dos médicos franceses, Jean Ìtard y Edouard Séguin.
María Montessori desarrolló el conocido método que lleva su nombre dirigido especialmente a niños en la etapa preescolar, y se basa en el fomento de la iniciativa y capacidad de respuesta del niño a través del uso de un material didáctico especialmente diseñado, que propone la máxima libertad posible, de modo que el niño aprendiera en gran medida por sí mismo y al ritmo de sus propios descubrimientos. Este método que se rige bajo el principio de dejar hacer; y de vigilar para ayudar en caso de necesidad. La mala aplicación sin supervisión le ha traído críticas al método que está vigente a cien años de su creación.
La ciencia nutre la mente, la religión alimenta el espíritu, el arte enriquece el alma. Facebook: Mary Zurita. Correo: maryzurita2006@yahoo.com.mx
Por: María Elodia Zurita Argáez