La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alista un plan para recolectar muestras de ADN de migrantes retenidos para colocar la información en una base de datos de registros criminales.
La medida ampliaría el uso de las bases de datos que están bajo control del FBI, las cuales contienen información genética de personas que han sido arrestadas, acusadas o detenidas por crímenes de alto impacto.
En una llamada con reporteros ayer, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional anunciaron que trabajan junto con el Departamento de Justicia en una legislación federal para autorizar a oficiales migratorios colectar las muestras.
Activistas por los derechos de los migrantes condenaron la medida.
«Este tipo de recolección masiva altera el objetivo inicial de que la recopilación de ADN debe ser para investigar a población que está bajo vigilancia. Esto es contrario a las nociones básicas de confianza, libertad y autonomía de la sociedad”, declaró Vera Eidelman, abogada de la organización Proyecto de Tecnología y Privacidad de la Unión de Libertades Civiles de América (ACLU).
Los oficiales detallaron que el plan está inspirado en acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Los agentes de esa dependencia toman muestras rápidas para identificar a lo que consideran “familias fraudulentas” entre las caravanas de migrantes.
En tanto, el presidente Donald Trump negó la información divulgada sobre una supuesta propuesta suya de utilizar fosos con cocodrilos como método para frenar el ingreso de inmigrantes en la frontera con México, así como dispararles a indocumentados.