Doce mil 500 adultos mayores de Tabasco viven en la indigencia o están temporalmente en casas de familiares, permanecen en situación de riesgo porque no cuentan con recursos para costear una vivienda. En caso de enfermarse no tendrían los cuidados necesarios, por lo que podrían fallecer.
Las temperaturas que se registran en estos días pueden ocasionarles enfermedades como neumonía, explicó el gerontólogo Nicomedes de la Cruz Damas
Señaló que es necesario realizar un censo de esta población pues requieren de atención, especialmente en invierno, cuando se ve expuesta a enfermedades como gripe, influenza, faringitis, amigdalitis, bronquitis, neumonía, entre otras.
Solo en el centro de la ciudad hay alrededor de 200 personas sin hogar, quienes piden ayuda en la calle para tener dinero para comer.
Festejan posada en La Conchita
El comedor comunitario Sabor a Esperanza festejó ayer su posada con personas sin hogar y de escasos recursos, con entusiasmo y amor, un grupo de voluntarios organizó el evento de beneficencia.
Como ya es tradición, alrededor de 100 personas llegaron a la iglesia La Conchita, donde cada sábado les dan alimentos, pero ayer fue un festejo especial para los asistentes.
Mondongo, pollo rostizado, pan, pastel, refrescos y café fueron parte del menú de la posada, los asistentes se divirtieron con la representación de la pastorela, cantaron villancicos y convivieron en armonía.
Carlos Badal García, una de las personas que llega todos los sábados, comentó: “Nos dijeron que a las 10 de la mañana de esta semana nos reuniéramos, que nos tenían una sorpresa. Es una bendición esto que hacen para nosotros que somos indigentes, no tenemos a donde ir. Una comida y un obsequio nos alienta a querer seguir viviendo, sabemos que hay alguien que nos estima”.
EL PANORAMA
12,500 adultos mayores en Tabasco viven en algún tipo de indigencia
Esta cifra representa 5% del total de esta población
RIESGOS EN INVIERNO
Neumonía
Gripe
Influenza
Faringitis
Bronquitis
Pulmonía
FRASE:
Nos dijeron que a las 10 de la mañana de esta semana nos reuniéramos, que nos tenían una sorpresa. Es una bendición esto que hacen para nosotros que somos indigentes, no tenemos a donde ir. Una comida y un obsequio nos alienta a querer seguir viviendo, sabemos que hay alguien que nos estima”.