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Vladimir Putin
El presidente de Rusia, exagente del KGB, culmina una década donde su oscuro plan para reconstruir el colapsado imperio soviético empieza a hacerse realidad. Con su poder belicista en plena expansión, se anexionó Crimea y armó a los rebeldes del este de Ucrania para lograr su independencia de Kiev.
En paralelo a la reconstrucción de un poderoso Ejército ruso, coronado la semana pasada con el estreno de un misil hipersónico capaz de impactar en 15 minutos en EU sin que ningún escudo antimisiles pueda frenarlo, Putin ha creado un Ejército paralelo de hackers, que está detrás de los ataques a la última campaña electoral de EU, para que llegara al poder un aliado-pelele: Donald Trump.
Pero lo peor ha sido la ayuda militar que ofreció al tirano de Damasco, Bachar al Asad, para evitar que la oposición ganara la guerra en Siria, a costa de permitir crímenes de guerra, como el ataque con armas químicas contra la población.
Bachar al Asad
Con tal de aferrarse al poder, el presidente de Siria estuvo dispuesto al peor de los crímenes posibles, cuando la población se rebeló contra su tiranía, hace ocho años, al calor de la Primavera Árabe: la aniquilación de su propio pueblo, la tortura hasta la muerte de miles de presos y la destrucción total de sus ciudades y su economía.
De no ser por su alianza sangrienta con Putin y la cobarde retirada de las tropas de EU, ordenada por el presidente Donald Trump, dejando a su suerte a sus aliados kurdos, el tirano de Damasco no seguiría en el poder y podría estar encerrado en una cárcel de La Haya, esperando a ser juzgado por crímenes de lesa humanidad y por crímenes de guerra, como atacar a la población con armas químicas, prohibidas expresamente por la ONU.
Xi Jinping
Aunque su cara de osito Winnie Pooh refleje lo contrario, el presidente de China es responsable de la reclusión en campos de adoctrinamiento de miles de uigures, la minoría musulmana que vive en el oeste lejano del gigante asiático y que está siendo duramente reprimida para que se ponga al servicio del régimen comunista.
Cuando la filtración de fotos y los testimonios de los que pudieron escapar del país hicieron evidente lo que Pekín negó durante años, el gobierno chino declaró desafiante que nadie se atreva a interferir en los asuntos internos de China, una inquietante advertencia para los jóvenes que protestan en Hong Kong contra la creciente amenaza china a sus libertades democráticas. La presencia de tanques cerca de la frontera del gigante asiático con la excolonia británica recuerda peligrosamente la imagen de los tanques esperando cerca de la plaza de Tiananmen la orden de que reprimiera a los estudiantes que pedían libertad hace 30 años. Y vaya que reprimieron.
Nicolás Maduro
El presidente de Venezuela pasará a la historia por ser en el hombre que logró convertir a la nación con las mayores reservas de petróleo del planeta en un lugar donde la gente huye en masa, por el hambre, la falta de perspectiva laboral y la represión contra los que disienten del régimen chavista.
Con su discurso agresivo desde su llegada al poder, tras la muerte de Hugo Chávez en 2013, el exconductor de camiones, que llama traidores a la patria a todo aquel que no le rinda pleitesía, ha logrados varias medallas al peor gobernante. Desde lograr que 4.6 millones de venezolanos hayan tenido que dejar el país, lo nunca visto en un país que no está en guerra, hasta una hiperinflación desbocada.
Nadie mejor que él ha convertido el lema “patria o muerte, venceremos” en una redundancia.
