Fotos: Jaime Ávalos
Jalpa de Méndez
Tallado en madera, de piel oscura, con el rostro caído pues sus ojos miran hacia el suelo mientras sus brazos son sostenidos por clavos en la cruz, ese es el milagrosísimo Señor de Esquipulas, venerado por los habitantes de Jalpa de Méndez.
A su paso todo mundo se hace a un lado, pues a lo lejos se escucha una voz que dice: ¡colóquense a las orillas, denle el paso al santo, todos se van a poder acercar, pero denle en paso!
El estruendo de los cohetones surca el cielo despejado, que deja ver el sol y en ocasiones también se nubla para dar tregua al cansancio de quienes le acompañan recorriendo las calles del pueblo a fin de llegar al embarcadero de donde saldrá en lancha para ser paseado por la laguna Pomposú.
La tradición, que lleva más de un centenar de años, reúne a cerca de 120 comunidades y entre 15 mil y 20 mil personas durante el 14 y 15 de enero, días en que se celebra al patrono de ese municipio.
Ofrendas como vacas, pollos, pavos, patos, cerdos; y en otros casos extremos, lagartos y guaos, son llevados a los pies del Cristo Negro para que sean bendecidos, pues las familias esperan que esto se les multiplique.
Son más de cinco kilómetros los que recorren caminando, haciendo paradas en estaciones ubicadas en casas de feligreses quienes aparte de ofrendas, dan pozol y dulces a quienes peregrinan con la imagen para amortiguar el hambre y el calor que se deja sentir al mediodía.
Por momentos, la tambora y los danzantes interpretaban el Baile del Caballito, al frente de la imagen que continuaba recorriendo las calles del pequeño poblado que no suma ni los 3 mil habitantes, pero que tiene una gran fe en él.
AGRADECEN BENDICIONES
Al llegar al embarcadero ya lo esperaban más de 30 lanchas y una panga donde sería expuesta la imagen para recorrer la laguna de Pomposú.
Con mucho cuidado algunos varones de la comunidad, –y es que se estila que sean ellos quienes carguen en procesión la imagen– la subieron y pusieron al frente de la panga, una embarcación pequeña que en esta ocasión rebosaba de fe y alegría.
«Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo, has dicho mi nombre, en la arena he dejado mi barca, junto a ti, buscaré otro mar»… era el canto que se escuchaba acompañado de un acordeón y un conjunto de guitarras, y las voces no solo de quienes iban en la embarcación, sino también de los fieles que se encontraban en las pequeñas lanchas.
Durante el recorrido, que duró más de 30 minutos, los cantos y vivas al Señor de Esquipulas no pararon y estos aumentaron cuando, a mitad de la laguna, soltaron cinco mil crías de tilapia como una ofrenda y a la vez petición para que siga siendo próspera, dé alimento y trabajo a la comunidad.
Al regresar al pequeño muelle que tiene la cooperativa, los aplausos y los cohetones siguieron pues anunciaban a quienes estaban en tierra, que el Señor de Esquipulas regresaba.
Y fue ahí donde la imagen quedaría expuesta por algunos minutos para que los fieles pudieran hacerle sus oraciones, y luego llevarlo a la pequeña iglesia que pertenece a la Parroquia de Cupilco, en Comalcalco.
“Se salvó” del garridismo; fue escondido en un manglar
En 1931, en el poblado Chiltepec, en Paraíso, una señora de la cual se desconoce su nombre, le entrega al señor Inocente Segura tres imágenes de santos, incluida la del Señor de Esquipulas para que se las llevara lejos y salvara de la quema de los santos encabezada por el entonces gobernador Tomás Garrido Canabal.
Inocente Segura lleva las imágenes en canoa por la noche hasta la casa de su compadre José Jesús Selván Magaña quien vivía en Santa María, hoy conocida como Reforma, segunda sección, y decide guardarlas en su casa.
Un año después, el gobierno garridista notifica a José Jesús Selván que haga entrega de las imágenes que el poseía, pues ellos tenían conocimiento de que en su casa había tres santos, aunque en realidad poseía cuatro; el día que tuvo que entregar las imágenes para ser quemadas entregó dos que le dio su compadre y una de la divina providencia que el conservaba, evitando la entrega del Señor de Esquipulas.
La imagen del Señor de Esquipulas la llevó a esconder a los manglares de la orilla de la laguna Pomposú, la envolvió en sábanas y la cubrió con yaguas de palma para que no se mojará y periódicamente la visitaba para asegurarse de que no fuera descubierta.
Después de tres años, el señor José Jesús Selván decidió traer la imagen de la laguna y esconderla en el alero de su casa. Pasando el periodo del gobierno de Garrido, el Señor de Esquipulas pudo ser expuesto en un altar para veneración pública.
Ayuntamiento da respaldo a festividades religiosas
El Ayuntamiento de Jalpa de Méndez trabaja en un calendario de festividades religiosas y costumbres para continuar fomentándolas a fin de no perderlas y fomentar el turismo local, indicó el presidente municipal, Jesús Selván García.
“Las actividades patronales religiosas representan una tradición importante en nuestra sociedad, ya que es el momento en que las familias se juntan para disfrutar de un encuentro en la fe y en lo social; por eso el municipio de Jalpa impulsa este tipo de acciones en coordinación con las diferentes iglesias, en la dinámica de poder reforzar las tradiciones”, remarcó en entrevista.
El Alcalde explicó que, en el caso del Señor de Esquipulas, son dos días en que se da la celebración y llegan entre 15 mil y 20 mil personas, toda vez que arriban de más de 120 comunidades del municipio e incluso, de otras como Tabasquillo, Centla.
Como Ayuntamiento, dijo que dan todas las facilidades para que los feligreses y en sí la comunidad puedan disfrutar de estas festividades.
“Desde el año pasado hemos creado un formato, un programa de fomento a las actividades religiosas, a las actividades patronales. Buscamos la manera de llegar a las principales iglesias, ya hay una agenda, un programa. En este año vamos a meterle componentes como las guirnaldas que son un atractivo y es novedad para una comunidad. La idea es fomentar el turismo local”, precisó.
Antes de ser entregadas, los animales que fueron presentados como ofrenda, recibieron la bendición del sacerdote de la localidad
El recorrido, hecho por más de 30 lanchas, llenó de colores y devoción la laguna del pueblo