Primero fueron utilizados como bestias de carga y, en algunos lugares, como medio de transporte, pero con la expansión de la maquinaria agrícola y el desarrollo de los medios de movilidad, los asnos han sido desplazados y ya no son vistos como un medio de apoyo al hombre.
Como consecuencia de ello, su población se ha reducido drásticamente en todo el mundo, pues actualmente se estima que hay 44 millones de asnos. Entre los principales productores figuran China, Pakistán, India, Etiopía y Egipto.
Mientras que tan sólo en México, dice Germán Flores, quedan poco más de 300 mil animales y se encuentran en riesgo de extinción.
Pese a ello, son muy pocos los lugares o instituciones interesadas en su rescate y preservación, sólo en Inglaterra, Francia, España, Aruba y Suiza se han interesado en crear refugios o santuarios para su cuidado.
En México se encuentra Burrolandia, en Otumba, Estado de México, el único en América.