Foto: Jaime Ávalos / Villahermosa
Cuando en 1821 todos los involucrados en la Guerra de Independencia unieron sus fuerzas para formar el Ejército Trigarante -propuesta hecha por Agustín de Iturbide- surgió la idea de crear un símbolo representativo del naciente país independiente, fue entonces que se revisaron diversos diseños y colores, decidiéndose finalmente por el verde, blanco y rojo que hoy conocemos; años más adelante, el escudo del águila devorando a la serpiente fue incluido por José María Morelos y Pavón, desde ese entonces, los cambios han sido mínimos, respetando el significado y la importancia que tiene para todos los mexicanos.