El coronavirus ya es oficialmente una pandemia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró así ayer durante una rueda de prensa en la que su director general recordó una y otra vez que este es un problema global y que todos los países van a tener que poner mucho de su parte para combatir el virus. Las palabras del eritreo Tedros Adhanom Ghebreyesus bascularon entre la esperanza —“la pandemia puede ser controlada”— y la severidad. El máximo responsable de la OMS empezó su discurso dando un áspero toque de atención: “Estamos muy preocupados por los alarmantes niveles de propagación y gravedad, y por los alarmantes niveles de inacción”.
Ghebreyesus explicó que en las últimas dos semanas se han multiplicado por 13 los casos de COVID-19 fuera de China, epicentro del brote. Se han registrado más de 118 mil positivos en 114 países y las muertes ascienden ya a 4 mil 291. Y fue muy claro con lo que va a suceder a partir de ahora: “En los próximos días y semanas esperamos que el número de casos, de muertes y de países afectados aumente aún más”. Los expertos interpretan la declaración de la OMS más como un mensaje político que técnico, en el sentido de que el virus ya estaba extendido por muchos países y gran parte de la población mundial ya estaba potencialmente expuesta a él.
Consciente del nivel de alarma que puede generarse entre la población al hablar de pandemia, el propio Ghebreyesus subrayó que “no se puede usar a la ligera”. “Es una palabra que, mal usada, puede causar un miedo irracional, o la aceptación injustificada de que la lucha se ha acabado, lo que llevaría a un sufrimiento innecesario y a muertes”, dijo. E insistió en que la nueva denominación no cambia las cosas, ni lo que está haciendo la OMS “ni lo que deberían hacer los países”. El director general recordó que su organización lleva semanas alertando de la gravedad de la situación: “Hemos estado pidiendo cada día a los países que tomen medidas urgentes y agresivas. Hemos dado la señal de alarma alto y claro”.
Además de dar un toque de atención a algunos Estados, Ghebreyesus quiso mencionar a los que han hecho un gran esfuerzo para contener el virus. Recordó que más del 90% de todos los contagios se han producido únicamente en cuatro países, y que dos de ellos (China y Corea del Sur) ya han conseguido rebajar el número de casos. También señaló que 81 naciones no han comunicado ningún caso de coronavirus y que 57 han registrado 10 casos o menos: “No podemos decirlo más alto, más claro o con más frecuencia: todos los países están a tiempo de cambiar el curso de esta pandemia”. Y añadió: “Si los países detectan, hacen el test, aíslan, buscan los contactos y movilizan a su ciudadanía en la respuesta, los que solo tienen un puñado de casos de COVID-19 pueden prevenir que se conviertan en grupos de transmisión y que estos se conviertan en transmisión comunitaria”.
Ghebreyesus aseguró que incluso los países con transmisión comunitaria o con grupos de transmisión grandes han conseguido cambiar el rumbo del coronavirus. “Varios países han demostrado que el virus puede ser reprimido y controlado. El desafío para muchos países que ahora se encuentran en ese punto no es si pueden hacer lo mismo, es si lo van a hacer”, añadió.
La OMS reconoció que las medidas para combatir la expansión del virus “están cobrándose un caro peaje en las sociedades y las economías, como ocurrió en China”. Los países, aseguró el director general, “tienen que encontrar el equilibrio entre proteger la salud, minimizar el trastorno económico y social y respetar los derechos humanos”.
Ghebreyesus reconoció que algunos países están teniendo dificultades para lidiar con la primera pandemia provocada por un coronavirus de la historia. Unos, enumeró, por “falta de capacidad”, otros por “falta de recursos” y el resto por “falta de decisión”, dijo, subrayando una vez más la idea de que no todos los mandatarios mundiales se han tomado suficientemente en serio la amenaza.
Ghebreyesus terminó la rueda de prensa asegurando: “Estamos juntos en esto, para hacer las cosas adecuadamente, con calma y para proteger a los ciudadanos del mundo. Puede hacerse”.
Otro golpe al peso
El peso mexicano cayó con fuerza ayer, en el contexto de unos mercados tensos, después de que la Organización Mundial de la Salud calificó al coronavirus como una pandemia y el gobierno de Trump no pudo detallar ninguna medida de estímulo para combatir las consecuencias económicas.
Los inversores se alejaron de activos considerados de riesgo, como el peso mexicano.
La moneda mexicana cerró en 21.3790 unidades, una caída de 2.89%. El nivel de cierre es el peor desde enero de 2017.
En ventanilla bancaria, el billete verde se cotiza en 21.50 unidades, cifra mayor al cierre reportado el martes por Citibanamex, que fue de 21.10.
La volatilidad promedio del peso se acerca al 20%, la mayor desde 2008, luego de que el año pasado cerró diciembre en su menor nivel desde el 2014, según datos de Bloomberg.
Los precios internacionales del crudo caen más de 4%, mientras las acciones se desploman en Wall Street, con caídas de hasta más del 6% del Dow Jones, y de casi 3% de la Bolsa Mexicana de Valores.
La declaración de la OMS y la no concreción de los planes del presidente Donald Trump para combatir el impacto del virus en la economía sacudieron los mercados, que tuvieron un respiro cuando los funcionarios europeos señalaron una creciente voluntad de actuar pronto para combatir los efectos del virus en la economía de la región.
“No tenemos idea de cuándo va a disminuir la propagacióndel coronavirus. Esa incertidumbre continuará creando mucha volatilidad ”, dijo David Spika, presidente de GuideStone Capital Management. «No tenemos idea de cómo modelarlo, no tenemos idea de qué esperar de él».
El Banco de Inglaterra anunció un paquete de medidas de estímulo, entre las que destacan un recorte de 50 puntos base en la tasa de referencia, ubicándola en 0.25%, y la introducción de un nuevo esquema de fondeo a plazo para generar incentivos a las pequeñas y medianas empresas.
México no restringirá vuelos
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, rechazó que se vayan a restringir vuelos, después de que la Organización Mundial de la Salud declaró que el coronavirus se ha convertido en una pandemia.
Señaló que continuarán con las medidas implementadas hasta ahora por la Secretaría de Salud en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: “depende de dónde vengan los pasajeros; si vienen de sitios donde hay pandemia y alguien se siente con fiebre, le toman la temperatura y se le confina, si es el caso, pero ahorita son medidas muy menores”, manifestó.
RECOMENDACIONES
- Activar y ampliar los mecanismos de respuesta a emergencias
- Comunicarse con las personas sobre los riesgos y cómo pueden protegerse
- Encontrar, aislar, probar y tratar cada caso de COVID-19 y rastrear a las personas con las que haya estado en contacto
«Si los países detectan, hacen el test, aíslan, buscan los contactos y movilizan a su ciudadanía en la respuesta, los que solo tienen un puñado de casos de COVID-19 pueden prevenir que se conviertan en grupos de transmisión y que estos se conviertan en transmisión comunitaria”
Tedros Adhanom Ghebreyesus
Secretario general de la OMS
CIFRAS
- 4,291 muertes
- 118,000 casos
FOTO: AGENCIAS