Cargados de malos augurios, hoy domingo 15 de marzo comienzan los días más temidos del año, eso que los antiguos romanos conocían como los idus de marzo, cuando fue asesinado Julio César, el gran emperador romano.
La serie de sucesos ocurridos por estas fechas en el mundo, corroboran que la vida no es un accidente regido por el azar, la suerte ni las coincidencias.
Para ejemplo los acontecimientos más recientes: la pandemia del coronavirus, la caída de las bolsas en el mundo y la gran sequía pronosticada para este año, teniendo como fecha de inicio durante el mes de marzo.
Por ello, tenga o no bases científicas, lo cierto es que la literatura se ha encargado de recordar que marzo es mes de grandes cambios y de acontecimientos trágicos, a los que hay que temerle.
“Los idus no siempre fueron trágicos”, ataja el investigador Roberto Téllez, quien dice que antes del homicidio de Julio César, eran fechas de bienaventuranza y buena suerte.
Contrario a esta creencia, Dennis Ochoa, vocero de la Diócesis de Tabasco, uno de los sacerdotes más influyentes en la curia
romana, graduado con altos honores en la Universidad Pontificia, expresó que para la Iglesia católica todo lo relacionado con lo esotérico o predicciones astrales, no es creíble.
La historia nos recuerda que todo comenzó con el desaire de Julio César a la advertencia de un vidente. Hace más de 2 mil años, estas 24 horas representaban tiempos de mal augurio. La gente prefería ser precavida y guardarse en sus casas, con el invierno a punto de terminar.
Todo cambia en 44 a.C., cuando un grupo de senadores asesinó al emperador Julio César de 23 puñaladas en el Teatro de Pompeyo. Días antes, un “mago” le había advertido al gobernante sobre su muerte, pero éste, soberbio, lo ignoró, cuenta el poeta griego Plutarco en su libro Vidas paralelas.
Años después, William Shakespeare escribiría ese trágico episodio en su obra Julio César (1599). Desde entonces, los 15 de marzo –y los días previos a la primavera– se han convertido en sinónimo de infortunios y oscuros presagios.
LA CREENCIA
El Rey Numa Pompilio fue el primero en ubicar que el año tenía 245 días fastos y 109 nefastos. Los segundos estaban dedicados a los dioses; por eso estaba prohibida toda actividad no religiosa.
Cada idus de marzo el pueblo romano recordaba a la diosa Anna Perenna con una fiesta en una pradera a las orillas del Río Tíber en la que reinaban el baile y las canciones procaces. Los hombres pedían a los dioses tantos años de vida como copas de vino fuesen capaces de beber.
En realidad los idus comenzaron a tener una connotación negativa a partir del asesinato de Julio César, reconoce el historiador Geney Torruco.
Aquel homicidio, asegura, provocó que los idus se convirtieran en tópicos literarios. Y con ello, el surgimiento de una atmósfera casi esotérica sobre el mes.
Hay que recordar que el propio Enrique Krauze relacionó el asesinato de Luis Donaldo Colosio (23 de marzo de 1994) con este presagio romano en un artículo que escribió para la revista Letras Libres en 1999.
En ese tratado, el cronista de México, Enrique Krauze, señaló que Colosio le solicitó como amigo le diese su opinión sobre el discurso que iba a pronunciar el 6 de marzo de 1994. Creí, añade Krauze, ver huellas de llanto o de insomnio en sus ojos enrojecidos.
A la salida de su casa Krauze le dijo, de pronto, sin que él diese pie, “lo que debí haberle dicho meses antes: Luis Donaldo, tú eres un hombre bueno, tienes a tu mujer y a tus hijos chicos. La presidencia es muy importante, pero no a cualquier cosa”. El historiador del Colegio de México, dice que Colosio lo abrazó muy fuerte.
El discurso de Colosio fue el 6 de marzo de 1994. Pero no logró animar la campaña. Muchos pensarían después que fue el epitafio de Colosio.
¿COINCIDENCIA O REALIDAD?
Las coincidencias de los idus de marzo no son pocas: el nacimiento de Osama Bin Laden (10 de marzo de 1957), el desastre nuclear de Fukushima (11 de marzo de 2011), los
atentados terroristas en cuatro trenes de España (11 de marzo de 2004), la ocupación nazi en Checoslovaquia (15 de marzo de 1939) o el nacimiento de Adolf Eichmann (19 de marzo de 1906), el impulsor de la Solución Final.
También, el asesinato de Luis Donaldo Colosio (23 de marzo de 1994), la caída de las bolsas de valores en el mundo (9 de marzo de 2020) y la declaratoria del conavirus como pandemia global (11 de marzo del 2020). Todo ocurrido en el mes que los romanos dedicaban a Marte,
Pero también el 15 de marzo ocurrieron otros hechos históricos, como la fundación del club Liverpool (1892), la abdicación del zar Nicolás II, y con ello el nacimiento de la República de Rusia (1917); el primer dibujo de Mafalda (1962), el estreno de El Padrino (1972) y el fin de la dictadura militar en Brasil (1985).
La ciencia se mantiene incrédula ante estas casualidades. El astrofísico de la Universidad de California, Mario de Leo Winkler, asegura que éste no es un mes de importantes cambios planetarios, salvo por el equinoccio de primavera, el cual era festejado por casi todas las civilizaciones antiguas.
JULIO CÉSAR, EL GRANDE
Es un error común considerar a Julio César como emperador romano. No es cierto. Sí se puede considerar como el precursor, el arquitecto, el pre-emperador de lo que posteriormente sería el mayor y más duradero imperio jamás conocido, sobreviviendo nada más y nada menos que mil años.
En la época de Julio César, Roma era una República, detestaban los reyes. Estaban dirigidos, por tanto, por cónsules,
o en momentos difíciles, como eran los tiempos de guerra, por dictadores. Julio César fue ambas cosas.
La Guerra de las Galias aupó a Julio César como el hombre más poderoso de la República Romana, permitiendo extenderse desde el Mediterráneo hasta el Canal de la Mancha. En Roma, todo el mundo hablaba de Julio César, su popularidad iba en aumento. Esto provocó cierto recelo y envidia por parte del senado y por parte del que en ese momento compartía el consulado con él, además de ser su yerno, Pompeyo “el Grande”, desembocando en una guerra civil entre ‘Cesarianos’ y ‘Pompeyanos’.
A TRAVÉS DE LA HISTORIA
La importancia y la transcendencia de estas fechas vienen de los tiempos de Julio César. Días antes de los idus de marzo, el Senado romano llamaba a un vidente para que hiciera las predicciones para el nuevo año que comenzaba. El entonces emperador fue advertido pero lejos de hacer caso se dejó llevar por el fervor del nuevo año. El 15 de marzo del año 44 a.C. fue asesinado pasando a la historia los idus de marzo de ese año.