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Por: Pachela Gaudiano Rovirosa
Que la pandemia por el COVID-19 no nos haga olvidarnos de otra pandemia, de la de violencia contra las mujeres, de aquella contra la que no nos podremos vacunar y contra la que no se va a encontrar ninguna cura. Estamos viviendo momentos difíciles sin duda, ahora imaginen tener que estar encerrada en una casa todo el tiempo con nuestro agresor, esa es la realidad de miles de mujeres hoy en México.
El llamado a quedarse en casa ha agudizado un problema irresuelto y gravísimo, según fuentes de la Red Nacional de Refugios las llamadas a teléfonos de auxilio a refugios han aumentado en un 60% desde que comenzó el periodo de distanciamiento social, también reportan un aumento en los casos de denuncia por violencia. Según datos de la ENDIREH 2016 el 43% de las mexicanas que viven violencia la viven en manos de sus parejas, en general se sabe en base de muchos estudios académicos que la violencia doméstica tiende a aumentar en periodos de desempleo, de incertidumbre económica y de altos niveles de estrés.
A como ya lo he mencionado antes, las mujeres corren riesgo de ser violentadas tanto en los espacios públicos como en los privados, y la nueva realidad que estamos viviendo en México y en el mundo nos da una lectura clara de que para muchas mujeres el lugar menos seguro es su casa. Los feminicidios tampoco han disminuido, lo que pasa es que toda la atención ha sido puesta en la crisis sanitaria, pero en cifras recientes se hablaba de que el 60% de los feminicidios eran a manos de las parejas de las víctimas.
Todo esto nos demuestra que definitivamente las mas afectadas son las mujeres y no solo por la parte de la violencia si no también por los estereotipos de género que seguimos reproduciendo y fomentando día a día.
¿Recuerdan que ya hemos hablado de los estereotipos de género?
El concepto sexo se refiere a las diferencias y características biológicas, anatómicas, fisiológicas y cromosómicas de los seres humanos que los definen como hombres o mujeres; son características con las que se nace, universales e inmodificables. En cambio el género es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales, que se construyen cada cultura y momento histórico con base en la diferencia sexual. El papel o rol de género se construye con el conjunto de normas y costumbres que dicta la sociedad sobre lo que deber ser el comportamiento femenino o masculino. Aunque bien esto puede variar de una cultura a otro, de un grupo social a otro e inclusive el estrato generacional, el punto es que se puede sostener algo que llamamos división sexual del trabajo y que recae básicamente en los roles de genero; las mujeres tienen hijos y por lo tanto los cuidan, entonces lo femenino es lo maternal, lo doméstico, lo privado, contrapuesto con lo masculino que se identifica con lo público. Aclaro que hablo de una realidad social en la cual hemos asumido ciertos roles que en nuestra sociedad mexicana vemos al hombre como el principal proveedor del hogar (por lo tanto el jefe de familia) y a la mujer como ama de casa. Hablo en lo general, en la realidad general, que aunque hay diferencias entre familias y personas, el fondo sigue siendo el mismo ya que por más diferentes que seamos o queramos ser, socialmente, de estos “estereotipos nadie se salva”.
Entonces durante esta pandemia, ¿cual ha sido el rol de las mujeres y como han sido afectadas? según la onu mujeres a nivel mundial el 70% del personal de primer contacto que está atendiendo hospitales y centros de salud son mujeres, también indican que globalmente las mujeres realizan el tres veces más trabajo doméstico y de cuidado de los demás que los hombres.
Ahora hay que sumarle a eso los estereotipos que tenemos respecto al rol de las mujeres y los hombres en las familias. ¿Sobre quien recae el cuidado de los hijos e hijas? ¿sobre quien cae la responsabilidad del día a día de las labores domesticas? ¿saldremos re inventados o re inventadas de esto? ¿seguiremos reproduciendo los mismos estereotipos? ¿Las mujeres que se sigan encargando del espacio privado y los hombres de lo público? ¿O podremos tomar esas semanas de reflexión para liberarnos de estereotipos? Espero que sí, que salgamos re inventados y re inventadas, porque los estereotipos de género no nos dejan movernos de nuestro lugar de siempre, romperlos significa cambiar, significa reinventar, significa igualdad, igualdad de género y eso a su vez se traduce a menos violencia contra las mujeres.
Pachela Gaudiano Rovirosa
Presidenta de la Asociación Civil Hay Salida
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