Fitch Ratings informó que redujo las calificaciones internacionales de largo plazo en moneda extranjera y local para Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), luego del ajuste negativo al soberano de México.
Para Fitch esta decisión, la segunda en abril, “refleja el vínculo directo de estas compañías con las calificaciones soberanas de México”.
En el caso específico de Pemex, su nota crediticia bajó de “BB” a “BB-”, mientras que CFE pasó de “BBB” a “BBB-” mientras que la perspectiva para ambas cambió de estable a negativa.
Sus calificaciones, que ya son de grado especulativo de inversión, se encuentran tres niveles por debajo de las del soberano, como resultado del continuo deterioro de su perfil de crédito independiente a “ccc-”, esto en medio de un desplome de la demanda mundial y los precios más bajos en décadas.
De acuerdo con Fitch, la empresa cuenta con una flexibilidad limitada para afrontar los retos de la industria, dada la elevada carga fiscal sobre sus ingresos, los altos niveles de deuda, los crecientes costos de extracción de crudo y la elevada necesidad de inversión para mantener la producción y reponer reservas.
Para Fitch, el gobierno corporativo de la empresa del Estado es débil, pues el gobierno interfiere constantemente en los cambios de estrategia, financiamiento y administración.
Le preocupa también un deterioro en el compromiso del gobierno para garantizar la deuda de la petrolera, dados los propios problemas fiscales en la posición del país. Nuevos ajustes a la baja podrían darse si el gobierno no actúa para respaldar la liquidez de la empresa en caso de que se prolonguen los flujos de caja negativos en el futuro, que exista menos efectivo en mano para la firma o se restrinja el acceso a capital a través de mercados.
En el caso de CFE, pasó de “BBB” a “BBB-” como reflejo del ajuste al soberano de México, pues tiene una fuerte dependencia a subsidios del gobierno para mitigar gastos.
Para Arturo Carranza, analista del sector petrolero, la reducción a la calificación de Pemex es el resultado de la crisis que se está viendo en el mundo, pero sobre todo a las decisiones en contra flujo que está tomando la empresa, pues mantiene sus planes de inversión y refinación.
«Pemex toma decisiones que van en contrasentido a las de otras petroleras”, dijo.
Ante esta situación, la empresa registrará un aumento en sus costos, por lo que va a generar menos flujo de efectivo y. por ende, necesitará un mayor apoyo del gobierno o incluso verse obligada a adquirir más deuda.
Moody’s también rebajó las calificaciones senior no garantizadas de Pemex en las notas existentes de la compañía, así como las calificaciones basadas en la garantía de la petrolera, a “Ba2” desde “Baa3”.
Ahora que Moody’s recortó la calificación de Pemex, junto con Fitch. La petrolera ya está en grado especulativo. Muchos fondos venderán sus bonos por mandato internacional.
Moody’s reconoció que la dirección actual de Pemex logró estabilizar la producción de petróleo y refinanciar la deuda. No obstante, argumenta, el futuro de la compañía es incierto.