El secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo, reprochó ayer al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la represión contra la oposición y lo exhortó a impulsar una transición democrática.
“Hace dos años el pueblo de Nicaragua se alzó pacíficamente para pedir cambios. Desgraciadamente, su petición de libertad y transparencia fue respondida sólo con balas. Ortega y la vicepresidenta Murillo deben fomentar una transición democrática y una Nicaragua saludable, próspera y libre”, afirmó Pompeo en Twitter.
Decenas de disidentes fueron objeto de asedio, amenazas, allanamientos de casas y ataques por policías y grupos de choque afines al gobierno entre el viernes y ayer, denunciaron organismos de derechos humanos y grupos opositores.
El gobierno “ha resuelto militarizar la nación; realizar hostigamiento y amenaza de allanamiento en casas de opositores, excarcelados políticos, agresiones a periodistas independientes y sus familias”, afirmó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
El comunicado completo de Pompeo critica el gobierno “corrupto y represor” de Ortega y recuerda que al menos 325 personas murieron en los disturbios de hace dos años, “muchos de ellos por francotiradores del régimen de Ortega y Murillo”.
Además, el secretario acusó que el gobierno nicaragüense abandonó el diálogo nacional en julio pasado y “sigue sin cumplir con los términos pactados en marzo de 2019”, como la restauración de las libertades civiles, la liberación de 70 presos políticos y una reforma electoral adecuada.