¿En qué se parecen un nabo picado con fósforos y un kiwano decorado con piruletas y alfileres? Ambos surgen de la imaginación de un artista londinense que durante el confinamiento crea réplicas del coronavirus con objetos de la vida diaria.
«La idea surgió completamente por casualidad», explica Lorenzo Saa.
Un día, sentado en el salón de su casa tras haber visto incontables imágenes del virus, miró a su cactus redondo y exclamó: «¡Pero si es la covid-19!».
Desde entonces, confinado en su apartamento del norte de Londres, este empleado de una asesoría en inversiones, vestido con una camisa tan colorida como sus creaciones, dedica cuatro horas diarias a sus creaciones, que después cuelga en la cuenta Instagram @covid19replicas.
La mayoría de las obras empiezan con una fruta o una verdura redonda, a la que va añadiendo objetos de uso cotidiano para simular las «brazos» del virus: velas, rábanos, botones, flores, clavos, pasta seca o palitos de incienso.
Crear «es saludable, es natural y ayudo a los comercios locales comprando lo que necesito», dice Saa, artista que se enorgullece de comerse después todas sus obras. «Excepto el de la aceituna rellena con palitos de incienso», afirma