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El viernes por la noche, usuarios de redes sociales en Tabasco compartieron imágenes y videos de unas extrañas luces en el cielo de la capital, así como en los municipios, a muchos les llamó la atención, otros estaban asustados, incluso hubo gente que pensó que se trataba de una invasión alienígena (increíble, pero cierto), no faltó quien dijo que eran mechones (llamas) de los quemadores de las instalaciones petroleras que hay en La Chontalpa y demás teorías sacadas de su mente. En estos tiempos de Google, muy pocos se informaron antes de opinar con base en lo que vieron.
En fin, esto tiene una explicación científica, y, para no entrar en términos rebuscados, lo explicaremos con palabras entendibles, las luces rojas que aparecieron en el cielo son denominadas “sprites” (espectros), en España y otros países los llaman “duendes” y no son más que descargas eléctricas que tienen lugar por encima de las nubes de tormenta. Luces que suelen producirse entre 50 y 90 kilómetros de altitud.
DESCUBIERTOS HASTA 1990
Su iluminación es tan intensa que pueden verse a pesar de la luz del día, pero, hasta hace relativamente poco, los científicos no creían que existieran. De hecho, no pensaron que los testimonios de los pilotos de la Segunda Guerra Mundial, quienes aseguraban haber visto extrañas luces en el cielo, debieran ser tomados en serio… y no lo hicieron hasta finales de la década de 1990.
Ahora no solo dan crédito a la existencia de extrañas descargas como la de los sprites, sino que saben algunas cosas sobre ellas. Los destellos se originan sobre las tormentas, sobre todo cuando son muy intensas, y pueden adentrarse 40 kilómetros fuera de la atmósfera terrestre.
También saben que el origen de la luminosidad está en el tipo de carga eléctrica que predomina en las nubes de la tormenta. Los rayos normales se originan cuando una carga negativa desciende hacia el suelo, pero, una de cada diez veces, la que se mueve es positiva. Cuando esto sucede, el campo eléctrico por encima de la nubosidad adquiere las condiciones para que aparezcan estas luces.
Las luces rojas siguen escondiendo algunos secretos a la ciencia, que no tiene una manera sencilla de estudiarlos. No solo por lo inusual del fenómeno, sino también por los métodos de investigación que demanda.
El proyecto SPRITE-II, del Centro Nacional para la Investigación de la Atmósfera de EE. UU, los estudió desde un avión. La observación se llevó a cabo a unos 200 kilómetros de la tormenta, con cámaras de alta velocidad que captaron imágenes impactantes.
EL DATO
Destacan por su color rojo-anaranjado y suelen generarse cuando se producen algunos tipos de rayos que viajan entre una nube y el suelo. Fueron fotografiados por primera vez en 1990
