La Secretaría de Gobernación, por medio de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y la Dirección General de Asuntos Religiosos, convocó al conversatorio digital “¡Niñas sí, madres no! Embarazo temprano, una consecuencia de la violencia de género”.
Durante su participación, la directora general de Estudios Sociodemográficos y Prospectiva del Consejo Nacional de Población (Conapo), Maricruz Muradás Troitiño, indicó que 9.4 por ciento de las adolescentes embarazadas de 15 años o más sufrieron abuso sexual; 36.5 por ciento no planeaba tener relaciones sexuales, y 17.5 por ciento no sabía de métodos anticonceptivos o dónde obtenerlos.
Planteó que con base en la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo de Adolescentes (Enapea), se está diseñado de manera conjunta con las instituciones integrantes de la estrategia, una campaña de comunicación social integral con un mensaje único ‘Yo Decido’, que busca empoderar a las adolescentes con educación sexual integral, conocimiento de derechos, que lleve a decisiones asertivas que den buen cauce a su proyecto de vida.
En su intervención, la titular del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud, Karla Berdichevsky Feldman, señaló que al hablar de embarazo adolescente se invisibiliza la situación particular del embarazo en niñas menores de 15 años ya que éstos son resultado de violaciones sexuales o uniones forzadas.
Apuntó que en casos de violación a niñas, de acuerdo con criterios de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 046-SSA2-2005 ‘Violencia familiar, sexual y contra las mujeres’, como víctimas tienen derecho a que las autoridades, sobre todo de Salud, les den atención integral y se garantice el acceso a servicios de aborto seguro, al amparo del marco jurídico vigente en las 32 entidades federativas.
En su oportunidad, la directora general de Elige Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, A.C., Valeria Vásquez Vázquez, expresó que los derechos sexuales y reproductivos de niñas y adolescentes deben ejercerse en un marco de acceso a salud integral, oportunidades educativas de calidad y educación sexual integral, entre otros factores.
Remarcó que la ENAPEA plantea la necesidad de redimensionar el embarazo adolescente desde una perspectiva de integralidad, más allá de la dimensión de salud.
En su participación, el experto en salud reproductiva y consultor de organizaciones internacionales, Javier Domínguez del Olmo, planteó la responsabilidad de los adolescentes en el embarazo de sus compañeras a partir de la perspectiva de las nuevas masculinidades.
Precisó que la construcción social de la masculinidad ha sido inequitativa, por lo que hay que transformar el comportamiento cotidiano de hombres para que, a partir de ellos también, desaparezca la violencia sexual y se entienda que, en medida del compromiso masculino, se facilite el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de niñas y adolescentes mujeres.
Al moderar el evento, la directora general de Comunicación e Información de la Mujer, Lucía Lagunes Huerta, insistió en que el tema discutido es nodal: ¡Niñas sí, madres no! implica limitación de su desarrollo en salud, educación y bienestar; en la vida concreta de esas niñas y desarrollo mismo del potencial del país.