El gobierno federal ha mantenido en absoluta secrecía el código negro que se activó el pasado miércoles 15 de julio en el penal de alta seguridad de Almoloya, Estado de México, mejor conocido como el Altiplano, de donde se fugó Joaquín El Chapo Guzmán, el 11 de julio del 2015; ha tenido un total hermetismo sobre el estado de alerta que se mantiene en estos centros penitenciarios desde el pasado 20 de febrero.
Documentos filtrados a Expediente Ultra dan cuenta del oficio PRS/CGCF/CFRS1/DG/7978/2020, enviado por Marte Camarena Bahena, director del Cefereso No 1, ubicado el municipio mexiquense de Almoloya de Juárez, a la Fiscalía General de la República (FGR), dando cuenta de la activación del código negro, clave con que se identifica una falla grave en el sistema eléctrico y en las cámaras de video vigilancia y que antecede al código rojo, que anuncia la fuga de algún reo de alta peligrosidad.
De acuerdo con el informe enviado por Camarena a la FGR, a las 10 de la mañana del 15 de julio se activó el código negro por la “suspensión de energía eléctrica, falla general o parcial de los equipos electrónicos de seguridad en el Centro de Control”, con lo que prácticamente los sistemas de monitoreo quedaron inutilizados, pudiendo haberse registrado una fuga sin que las cámaras la hubieran detectado.
El director del Altiplano indicó en su oficio que se procedió a la suspensión de todas las actividades programadas con los reclusos, “incluidas entre éstas, las diligencias de carácter judicial a desahogarse en el centro de justicia penal federal”.
De acuerdo con el funcionario se procedió a realizar las labores para “subsanar el fallo ocasionado por tal determinación”.
En el documento interno, Marte Camarena destaca que mediante oficio SSPC/PRS/CGCF/07924/2020, de fecha 20 de febrero del presente año, el general Sergio Alberto Martínez Castuera, coordinador general de Centros Federales, decretó el estado de alerta en los Centros Federales de Readaptación Social, el cual “no ha sido suspendido y se encuentra activado al día de la fecha”.
Cabe señalar que el julio del 2019, reos de la peligrosidad de Servando Gómez, La Tuta; Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, como se le conoce en el cártel de los Arellano Félix; Omar Treviño Morales, el Z-42; Mario Cárdenas Guillén, hermano de Osiel Cárdenas, del Cártel del Golfo, entre otros, se declararon en huelga de hambre ante la falta de alimentos, medicamentos y hasta productos de limpieza. Se dijo entonces que la austeridad de la 4T comenzaba a pegar a los penales de alta seguridad.