El actor mexicano Diego Luna presenta su nuevo programa Pan y circo, un espacio en el que se ponen sobre la mesa, además de deliciosos platos mexicanos, problemáticas sociales en las que considera necesario reflexionar aprovechando la pandemia, dijo este miércoles en entrevista con Efe.
“La pandemia nos ha dejado claro que si no profundizamos en estos temas habremos perdido la oportunidad de este gran lente que COVID-19 nos puso encima, que mete todo en foco y nos permite vernos como somos. Es la oportunidad más importante de transformarnos como sociedad”, afirmó el artista.
Es por eso que Luna incitará a sus invitados y al público a cuestionarse temas como la interrupción legal del embarazo, los feminicidios, la legalización de las drogas, el racismo y el clasismo, la migración, el cambio en general e incluso la pandemia. Todo mientras un grupo de personalidades cenan platillos hechos por algunos de los chefs más prestigiosos de México.
El proyecto, que se estrenará a través de Amazon Prime el próximo 7 de agosto y del que se desvelarán semana tras semana dos capítulos; nació hace un año y medio después de diversas reflexiones sobre ciertos aspectos que el confinamiento y la pandemia han exaltado en la actualidad. En primera instancia solo iban a ser seis los capítulos que vieran la luz, pero con la llegada del coronavirus consideraron pertinente hacer un capítulo más desde el confinamiento.
Las mesas de discusión están integradas por figuras reconocidas de ámbitos sociales, políticos y del medio artístico, tales como escritores, activistas, cantantes, actores, políticos y científicos. Entre ellos están el cantante Rubén Albarrán, el actor Gael García, el escritor Emilio Monge, la activista Araceli Osorio y la bióloga Julia Carabias, entre otros.
Sin embargo, también los acompañan personajes como el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos; el exsecretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong (2012-1028); el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de Salud de ese mismo país, Hugo López-Gatell, o la actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
“Es un espacio que busca darle la importancia a los matices. Creo que hoy vivimos en un entorno donde la conversación se ha radicalizado a tal grado que ya nadie escucha. Hoy estás conmigo o en mi contra, no hay un punto medio, nos la vivimos en la superficie y nos da pavor entrarle a la profundidad en términos de reflexión”, explicó.
“Hay un nivel de desconfianza enorme. Si a ti te invitan lo primero que piensas es que buscan exponerte, que hagas las declaraciones que no has hecho, que digas algo de lo que te vas a arrepentir… Eso está muy en el ambiente, hablar con los equipos de estos personajes fue complejo y agradezco la confianza de los primeros invitados e invitadas”, dijo.
El primer capítulo que se rodó fue el que habla de la legalización de las drogas, conversación en la que están como invitados Osorio Chong y Juan Manuel Santos, y con ello se abrió la posibilidad de invitar a más gente, bajo la consigna de bajar el discurso a la ciudadanía.
“Aquí no se trataba de exponer a nadie”, aseveró el actor. “Pan y circo lo que busca es recordarnos la capacidad que tenemos de escuchar al que piensa distinto y de pronto decir y reaccionar y confrontar con ideas y fundamento”, continuó.
Y a pesar de tratarse de temas agudos y problemáticas tangibles, en cada capítulo hay una especie de esperanza al cambio intencional, resultado de la visión de la producción: “Siempre logramos llegar a buen puerto, a la conciliación, a puntos de acuerdo y a ver los temas desde un ángulo esperanzador. Yo creo que es vital entender de qué somos capaces hoy, ver de dónde venimos pero sobre todo a dónde vamos”, señaló.