Por: Pachela Gaudiano Rovirosa
El tema del aborto ha sido debatido durante décadas, ¿tienen las mujeres derecho de decidir sobre su cuerpo? La antropóloga Marta Lamas ha dicho que “el derecho a decidir sobre el propio cuerpo es una de las demandas básicas y más antiguas del movimiento feminista”. En abril de 2007 la Ciudad de México aprobó la despenalización y comenzó a ofrecer el servicio en hospitales públicos e instituciones de salud, esto fue posible gracias a la lucha y e impulso de los grupos feministas.
Hace 15 días se discutió en La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) un proyecto de sentencia que de haber sido aprobado obligaría al Congreso de Veracruz a modificar el Código Penal local y despenalizar la interrupción del embarazo, bajo cualquier causa, antes de las 12 semanas, o en cualquier momento si es producto de una violación o una inseminación artificial no consentida. Era importante porque impactaría no solo en Veracruz, sino que marcaría el camino para que todas las entidades federativas modificaran su marco legal a favor del aborto. El proyecto fue desechado pero por meros tecnicismos jurídicos, no porque estuvieran en contra del fondo del proyecto, siendo el fondo la despenalización del aborto. En México, los únicos Estados que permiten a las mujeres interrumpir su embarazo de manera legal, sin importar la causa, son Oaxaca y Ciudad de México.
Aunque México es un Estado laíco, vivimos en un país sumamente católico y machista, donde los estereotipos, mitos y creencias de que la maternidad es una función “natural” y obligatoria de las mujeres las criminaliza, condenadas a perder años de su vida en prisión y sentenciadas sin que existan pruebas suficientes para acreditar su responsabilidad. En otros casos documentados por GIRE “Los estereotipos en torno a la maternidad subyacen al razonamiento de algunos jueces que condenan como homicidas a mujeres que tuvieron partos fortuitos en los patios o letrinas de sus casas y cuyos recién nacidos mueren sin que ellas puedan auxiliarlos debido a que tampoco hubo quien las auxiliara a ellas”.
Crecemos con una idea romántica de la maternidad en la cual se asume que el estar embarazada es una “bendición”, sin siquiera ver el contexto en el que viven las mujeres, muchas en ambientes de violencia, marginalización, pobreza extrema y falta de información de derechos sexuales y reproductivos.
Para mí es un tema de derechos humanos de las mujeres, no es un tema ni de religión, ni de valores ni de principios, estoy a favor de la despenalización del aborto, a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, a favor de que las mujeres vivan una vida libre de violencia, estoy a favor que se ponga énfasis en la educación sexual, estoy a favor de que NO se criminalice a las mujeres, a favor de que el aborto se pueda dar en condiciones de salud seguras y no en la clandestinidad, porque el hecho de que el aborto sea ilegal no quiere decir que no pase, pasa y ha pasado siempre en la clandestinidad. El hecho que se despenalice el aborto no quiere decir que ya todas las mujeres van a ir a abortar, o que se destapa una caja de pandora, el objetivo es que si alguien quiere abortar lo pueda hacer de forma segura y sin riesgos de acabar en la cárcel, el punto es que el estado no decida sobre el cuerpo de las mujeres, que el debate pase de la criminalización a un tema de salud pública. En palabras de la activista Maria Jose Cadena: “el aborto NO es una actividad recreativa”.
Pachela Gaudiano Rovirosa
Presidenta de la Asociación Civil Hay Salida
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