Por: Pachela Gaudiano Rovirosa
El nombre de Marisela es sinónimo de lucha y de injusticia, de atropellos del sistema de justicia en México y de la gran deuda que tiene el Estado Mexicano con las mujeres víctimas de violencia y de feminicidio. Ahora 10 años después de su muerte, Netflix trae a la pantalla un documental sobre su historia; su historia que será novedad para much@s pero que para mí no es historia nueva, la muerte de Marisela Escobedo me marcó. En 2008 el año en que ocurre el feminicidio de su hija Rubí, yo empecé a trabajar con mujeres que viven violencia, el término feminicidio apenas se usaba, existían muchas lagunas jurídicas y poco armonizadas de las leyes en México. Confieso que desconocía totalmente del tema y sobre todo desconocía del gran atropello que había contra los derechos humanos de las mujeres en México, desconocía cifras, desconocía casos, al igual que muchas mujeres pensaba que el problema de violencia que vivían miles de mujeres era ajeno a mí, como muchas mujeres yo crecí con estereotipos sobre la violencia: que la violencia la provocaban ellas, que solo pasaba en clases sociales de bajos recursos, que si una quería fácil pondría un alto, que las mujeres que se quedan en relaciones de abuso es porque de plano les gusta que les peguen, yo también en algún momento de mi vida llegué a pensar que las mujeres eran responsables de la violencia que vivían, poco a poco me fui dando cuenta que vivía en un error, un error producto de estereotipos culturales, estereotipos que vamos aprendiendo y que vamos tomando como reales, sin cuestionar, sin titubear. Fue el caso de Rubí que me abre los ojos a otra realidad, a una cruda realidad, fue Marisela Escobedo, a empezar a seguir noticias sobre ella y su lucha y luego despertar con la noticia que había sido asesinada en la puerta del Palacio de Gobierno de Chihuahua quien me hace realmente despertar y mirar el tema de género y de violencia contra las mujeres desde otra perspectiva, desde otro lente. Pocos años después de su muerte tuve la gran oportunidad de conocer y platicar a profundidad con su abogada, Lucha Castro, gran activista social en México, pionera de la lucha a favor de las mujeres en nuestro país y en el estado de Chihuahua, lo que me hace sin duda comprometerme aún mas con la causa, me hace salir realmente de la burbuja en la que me encuentro, me muestra una realidad muy diferente a la que vivo. Me ha tocado de cerca asesorar y acompañar en casos de feminicidios aquí en el estado que me reservo el nombre por no entorpecer investigaciones. He vivido de cerca con muchas madres la desesperación que las autoridades no les ponen especial interés a sus casos, tratos inhumanos e insensibles en las fiscalías, más de una amenazada por las familias de los feminicida, todas son a menor o mayor medida Marisela Escobedo.
Lo triste del caso de Marisela es que es representa la realidad tal y como es, impunidad, desconfianza en las autoridades, tomar cartas en el asunto, enemigas del estado, es emblemático, le pone cara a todas aquellas madres de víctimas de violencia, es la realidad de la mayoría por no decir todos los casos de feminicidios en el país, en México según datos de la ONU el 97% de los casos de feminicidio quedan IMPUNES.
Queda muy claro en el documental cuales son las tres muertes de Marisela Escobedo, las tres muertes de cada madre de víctimas de feminicidio.
Primera muerte: la muerte de su hija, la muerte de Rubí en manos de su pareja y padre de su hija. Negación de las autoridades de darla como desaparecida, tomar cartas en el asunto y dar con el paradero del feminicida Sergio Rafael Berraza Bocanegra.
Segunda muerte: atropello de justicia, a Sergio Rafael Berraza Bocanegra las autoridades lo absolvieron y éste quedó en libertad luego de haber confesado el crimen e, incluso, mostrar el lugar en el que quemó el cuerpo. En uno de los primeros casos de ser juzgado por feminicidio con el nuevo sistema de justicia penal.
Tercer muerte: la suya, a Marisela Escobedo la matan frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua un 16 de diciembre del 2020. Muere ella pero NO su lucha.
El acceso de justicia para las mujeres en México es un proceso largo, complicado y doloroso, lleno de obstáculos y atropellos, la cadena de justicia se caracteriza por los altos niveles de abandono de casos antes de que estos lleguen al tribunal; del resto, muy pocos resultan en una condena, el caso de Marisela es lo común, no es un caso excepcional, es la realidad de miles de mujeres hoy en México.
Según cifras recientes en nuestro país mueren 11 mujeres diario a causa de feminicidio (inmujeres), 40% de los feminicidios ocurren en su propio hogar (ONU), la violencia es la principal causa de muerte para mujeres entre 15 y 44 años de edad (Banco Mundial).
Entonces la próxima vez que no entiendas porque las mujeres salen a las calles a exigir que pare la violencia y los feminicidios piensa en Marisela Escobedo, piensa en Rubí, piensa en todas las mujeres víctimas de violencia y feminicidio, piensa en ti.
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