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A 18 días de haber abierto el refugio de atención a damnificados por inundaciones, en el área de estacionamiento de Galerías Tabasco 2000, no se ha registrado conflicto alguno entre ninguna de las familias alojadas, la mayoría permanecen en calma.
Orlando Eduardo Hanssen Carrión, director del Centro de Rehabilitación y Educación Especial del DIF Tabasco y encargado de este albergue, reconoció que la mayoría de las personas refugiadas atraviesan momentos difíciles por tener sus viviendas entre el agua, pero gracias a la atención psicológica que se les brinda, no ha habido falta de respeto entre ellos.
“Las personas están bien, están tranquilas, obviamente con preocupación por todo lo que han vivido por estas dos crecientes seguidas que la naturaleza desafortunadamente nos ha atacado. Hemos buscado precisamente brindarles el mejor de los servicios, atendiendo sus necesidades, no sólo físicas sino psicológicas”, expuso.
“Tenemos dentro de los servicios que se otorgan aquí en el albergue un consultorio de psicología para que las personas se sientan pues tranquilas para que sepan que hay soluciones, aun después de este tipo de problemas, que son sus cosas materiales. En general, no hemos tenido conflicto, ha sido una estancia de las personas albergadas tranquilas, sin mayores novedades”, remarcó.
Orlando Eduardo Hanssen destacó que uno de los factores que ayuda a evitar la tensión entre los integrantes de las familias o con respecto a otras, es que todas están separada con una distancia mínima de tres metros, aprovechándose los trazos con lo que de antemano cuenta el estacionamiento.
“Utilizamos precisamente la propia geometría del albergue, usando cajones de estacionamiento para ver si proporcionamos uno o dos cajones para que ahí se establezcan como su lote, lo tenemos dividido por lote y esto depende del número de integrantes que tenga la familia”, comentó.
En esos términos, Hanssen Carrión expuso que hay familias a las que, por el número de integrantes se les asignan hasta tres cajones del estacionamiento.
Mencionó que se trata de una medida que también sirve para evitar un eventual contagio del COVID-19, pues para entrar al albergue hay una estricta vigilancia y control de las medidas sanitarias.
Informó que una de las principales instrucciones de la presidenta del organismo, Dea Isabel Estrada de López, desde que fue instalado el albergue, fue garantizar condiciones de salubridad e higiene para reducir al mínimo el riesgo de contagio de coronavirus.
Hanssen Carrión añadió que otra encomienda fue apoyar a los damnificados con la posibilidad de almacenar sus cosas y ayudarlos en la medida de lo posible, a reactivar su vida cotidiana.
“Hay personas, incluso, con enseres electrodomésticos, como lavadoras, si se les permite; hay personas por ejemplo que traen bicicletas, triciclos, se establece un área para que sea el resguardo para ello y así evitar mayores problemas.
“Hay algunos que han llegado realmente sin nada. Nosotros aquí por medio del patronato del DIF Tabasco, con todas las donaciones de ropa que han llegado, se les ha entregado a las personas, se hace una clasificación de la ropa que se encuentre en buen estado, limpia y obviamente sexo, tallas y hemos estado entregando todo lo que va llegando”, refirió Hanssen Carrión.
Además, remarcó, para los servicios de aseo personal, con el apoyo de personal del Ejército, fueron construidas en el estacionamiento un total de 40 regaderas e instalados 12 inodoros portátiles.
Hanssen destacó que entre los dos pisos del estacionamiento, el albergue cuenta con capacidad para 420 personas, pero lo más que alojado han sido 375.
Destacó que al haber amainado la creciente en la mayoría de las colonias de la periferia de la ciudad, hubo un descenso de damnificados albergados en los últimos días. El corte al día lunes, según refirió, es de 208, que conforman 92 familias.
