La redención de la humanidad, el bien que sobrevive al apocalipsis. Eso es lo que exploró George Clooney en The Midnight Sky, la película que ha dirigido y protagonizado para Netflix y que presentó hoy en un estreno virtual.
“El arrepentimiento es un elemento muy poderoso e irritante, pero para mí esta película iba sobre todo sobre la redención”, explicó Clooney en un coloquio que mantuvo con la actriz Cate Blanchett.
“Esta película es una meditación. Hay un par de escenas que tienen acción, pero en general es una meditación sobre lo que somos capaces de hacer. Y también del bien que hay en nosotros, de la lucha por sobrevivir”, apuntó.
Clooney, en su primera película como actor desde Money Monster (2016), lidera esta cinta que desembarcará en Netflix el 23 de diciembre con un elenco muy destacado en el que también aparecen Felicity Jones, Demián Bichir, David Oyelowo, Kyle Chandler y Tiffany Boone.
Adaptación de la novela Good Morning, Midnight de Lily Brooks-Dalton, The Midnight Sky se centra en un científico en el Ártico (Clooney) que trata de contactar con la tripulación de una nave que intenta regresar a la Tierra.
Lo que ignoran estos astronautas es que el planeta ha sufrido un desastre a escala global.
“Mark L. Smith (guionista de El renacido, 2015) escribió el guion de esta película para Netflix y me lo enviaron a mí para que la protagonizara. Vi el papel y pensé que era un rol muy bueno”, recordó Clooney.
“Y no tenían un director cerrado, así que les dije: ‘Mira, creo que tengo un enfoque para esto. He hecho un par de películas en el espacio’”, agregó en referencia a su participación como actor en Gravity (2013) de Alfonso Cuarón y Solaris (2002) de Steven Soderbergh.
UN ARGUMENTO MÁS REALISTA
La pandemia ayudó de rebote a The Midnight Sky, ya que Clooney admitió hoy que el coronavirus contribuyó a que esta cinta tenga una premisa mucho más realista de lo que parecía cuando la rodaron el año pasado.
“Todo es apocalíptico ahora, ¿no?”, ironizó.
“Cuando hablé con Netflix les dije: ‘Creo que tenemos hablar de la idea de que en este mundo de tanta ira y odio, no solo en Estados Unidos (…), no es inconcebible, no es ciencia-ficción, que podamos destruirnos a nosotros mismos para 2049’”, dijo en alusión al año en que se ambienta esta cinta.
“Y luego llegó la pandemia, después de que termináramos el rodaje. Entonces, la película se convirtió más en algo sobre la incapacidad de comunicarnos, de tocarnos, de estar cerca los unos de los otros, sobre esa pérdida. Es curioso cómo de real se hizo eso y cómo de repente entendimos esta carencia de estar cerca del otro”, argumentó.
Clooney ganó el Óscar a la mejor película como productor de Argo (2012) y tiene otra estatuilla en su vitrina como mejor actor de reparto por Syriana (2005).
Como intérprete también ha dejado su huella en O Brother, Where Art Thou? (2000) o la saga de Ocean’s Eleven, mientras que como cineasta ha brillado en películas como Good Night and Good Luck (2005) o The Ides of March (2011).