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Este 12 de diciembre, las mañanitas suenan desde los hogares. La pandemia cambia los hábitos, pero no la fe
Fotos: Joel Rubio/Jaime Ávalos
Dar gracias a la Virgen morena por los favores recibidos a lo largo del año, pedir por la sanación del enfermo, por la solución de los problemas, o simplemente demostrar el amor y la fe, es una tradición extendida por casi cinco siglos, que hoy se coarta con el cierre de uno de los santuarios más visitados del mundo: la Basílica de Guadalupe.
El 2019, casi 10 millones de peregrinos arribaron a la capital del país desde los primeros días de diciembre, para cumplir con la promesa hecha de llegar hasta el altar desde donde se puede contemplar el ayate que, de acuerdo con la tradición, perteneció al indio Juan Diego, hoy, Santo de la Iglesia Católica.
La pandemia de COVID-19 lo trastocó todo. CDMX reportaba ayer las hospitalizaciones al límite por este padecimiento. Por eso, este año no hubo celebración en este emblemático lugar que atrae los ojos del mundo cada 12 de diciembre.
En Tabasco, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en la colonia Primero de Mayo, estuvo cerrado a los peregrinos en días pasados. Uno que otro antorchista llegó y no pudo más que apostarse en la banqueta, esperando que la bendición de la morenita lo alcanzara hasta ahí.
Anoche, las puertas se abrieron, pero solo para un cupo máximo del 25% de feligreses, así, sin peregrinaciones multitudinarias. Las mañanitas y los cánticos se escuchan en las viviendas, en donde quien cree, espera paciente la visita de la madre de Dios.
Con medidas de sana distancia pudieron ingresar anoche al recinto
Así luce la imagen de la Virgen de Guadalupe en su Santuario en la colonia Primero de Mayo
Al 25% de afluencia, se ofrecieron misas en Villahermosa
Anoche, algunos grupos de antorchistas llegaron a Villahermosa
Las ventas de trajes de inditos bajaron drásticamente este año
Acudieron a bendecir sus imágenes
