Librerías, en gran riesgo por la pandemia

“Habíamos calculado que el 20 por ciento de las librerías cerraban pero desafortunadamente creo que será mayor, bastante mayor, entre el 20 y 50 por ciento de las librerías del país, sobre todo en la Ciudad de México, van a cerrar. Es una cifra complicada”, expresa Georgina Abud, presidenta de la Asociación de Librerías Mexicanas (ALMAC).

La ALMAC es uno de los doce organismos empresariales que firmaron la carta Las librerías son esenciales que ayer se difundió y está dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador para que considere como prioridad a toda la cadena del libro.

“Con las librerías cerradas no significa que sea sólo las librerías las que están en una situación complicada, las librerías son el último eslabón en la cadena del libro y no hay cómo desahogar los libros de las editoriales. Toda la cadena se pone en peligro porque si te vas hacia atrás (de la cadena) llegas al autor”, comenta Abud.

La presidenta de ALMAC reconoce que la actual situación es extraordinaria.

“A nosotros ya nos habían considerado como esenciales y ahora ni estamos en el discurso de las autoridades, ni quisiera dicen que algún día abrirán las librerías, hablan de papelerías, de restaurantes porque se hicieron notar y de accesorios para restaurantes, pero ya no está en su vocabulario la palabra librería, eso me parece terrible”, indica.

También estamos muy conscientes de la emergencia sanitaria, añade Abud. “Hemos cerrado filas, hemos acatado todas y cada una de las disposiciones con absoluta responsabilidad, no ha habido despidos masivos, lo cual nos está matando aún más porque no tenemos ingresos, pero sí pagamos renta y nómina. Estamos en una situación extrema”.

-¿Hay librerías abiertas?

-La mayoría de las librerías no están abiertas porque no tienen permiso de abrir. Hemos acatado las disposiciones gubernamentales y hemos entendido la gravedad del asunto, pero sí vemos cómo otros negocios van teniendo la posibilidad de abrir y nosotros seguimos cerrados.

-La exigencia al gobierno es que los dejen abrir…

-Que nos dejen abrir y le den la importancia que merece la industria editorial, ojalá hiciéramos conciencia de lo importante que somos. En este confinamiento hemos jugado un papel muy importante al acercar los libros a las personas que están confinadas, intentar que usen sus espacios de desahogo con una buena lectura porque eso es lo que acaba formando a ciudadanos con pensamiento crítico.

“Ojalá volteáramos toda la sociedad para fortalecer las librerías. Nuestros espacios son seguros para todo el público y ofrecen actividades recreativas gratis de gran valor”, responde.

DISTRIBUCIÓN CENTRALIZADA. Al cerrar las librerías en la Ciudad de México porque el semáforo epidemiológico se encuentra en rojo, el resto del país se queda sin libros ya que la distribución está centralizada, afirma Juan Luis Arzoz Arbide, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).

“No puedes trabajar la distribución de los libros, no pueden salir porque estamos en semáforo rojo. La mayoría está centralizada, todas las impresoras grandes están en la Ciudad de México y en Puebla también hay importantes, pero entregan al almacén de la editorial y ellos no distribuyen a todas las tiendas al interior del país, entonces eso también se detiene», detalla.

Arzoz Arbide afirma que la caja registradora de las librerías es el principio de todo el flujo de dinero para la industria editorial. “Si está cerrada no hay ingresos para nadie, ni editores ni impresores ni nadie”.

¿Han tenido respuesta de las autoridades después de hacer pública la carta?, se le pregunta. “La Ciudad de México respondió: vendan libros en la calle, y eso empezaron a hacer varias librerías este fin de semana. Del Ejecutivo no hemos tenido respuesta”, señala.

VIGENCIA DEL PRECIO ÚNICO. Arzoz Arbide también comenta que el miércoles el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó reformas a Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, entre éstas el artículo 26 que amplía los meses –de 18 a 36– para que las librerías mantengan vigente el precio único en libros editados o importados.

“La Cámara de origen es la Cámara de Senadores donde se discutieron temas como audiolibros, libro electrónico y los 36 meses de vigencia del precio único, eso ya se había aprobado por la Comisión de Cultura, pasó al pleno hace un mes y de 104 votos, obtuvo todos. Después fue a la Cámara de Diputados para su aprobación y ahí se aprobaron los 36 meses”, detalló.

-¿Es una reforma que buscaba la CANIEM?

-Sí, le dimos seguimiento con la Comisión de Cultura y eso estábamos buscando. Eso debe ayudar en mediano plazo a las librerías porque de las mil 900 librerías que había en 2007 ahorita hay mil 590, es decir, ha bajado mucho la cantidad de librerías en la República Mexicana.

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