Los nuevo representantes demócratas que ejercen de «fiscales» en el juicio político al expresidente de Estados Unidos Donald Trump advirtieron, al finalizar su tres días de alegatos, que si es absuelto podría volver a incitar a la violencia o “cualquier presidente puede venir tras él y hacer exactamente lo mismo».
Por este motivo, los fiscales pidieron su condena e inhabilitación -que debería ser ratificada en una segunda votación, tras conocerse la sentencia final-, ya que, en caso de ser absuelto, entendería el mensaje como una licencia para volver a recurrir a la violencia, si la considera necesaria.
La “falta de remordimiento”, clave del impeachment.
Una de las principales claves destacadas por los fiscales para que Trump sea condenado es, precisamente, su falta de remordimiento tras incitar a sus seguidores a la toma del Capitolio el pasado 6 de enero -que acabó con cinco muertos-, por lo que la posibilidad de vuelva a incitar a la violencia permanece intacta.
«La falta de remordimientos es un factor importante en el juicio político, porque un juicio político, una condena, una descalificación no es solo sobre el pasado, es sobre el futuro, es asegurarse de que ningún funcionario en el futuro ni ningún presidente hace exactamente lo mismo que el presidente Trump», declaró desde el estrado del Senado el “fiscal” Ted Lieu.
«Y es por eso que el presidente Trump es tan peligroso; porque haría que todos nosotros, todos los estadunidenses creyeran que cualquier presidente puede venir tras él y hacer exactamente lo mismo»,
El “ensayo” en el Capitolio de Michigan.
Más allá de los hechos trágicos del pasado 6 de enero, los «fiscales» demócratas se afanaron también en probar que Trump llevaba desde mucho tiempo antes animando a sus seguidores a la violencia.
Para ilustrarlo, el fiscal Jamie Raskin dedicó buena parte de su intervención a hablar de la irrupción de cientos de manifestantes armados en el Capitolio estatal de Michigan, el pasado 30 de abril, para protestar por las medidas adoptadas para frenar la expansión de la covid-19.
Lejos de condenar la irrupción de milicianos de extrema derecha con fusiles de asalto, para intimidar a la gobernadora Gretchen Whitmer, Trump criticó a la mandataria demócrata por ordenar el confinamiento de la economía de ese estado, para frenar la pandemia.
Pocos meses después, el FBI desmanteló un comando de supremacistas blancos que planeaba el secuestro y asesinato de la gobernadora.
«El asedio a la cámara de Michigan fue efectivamente un ensayo a nivel estatal del asedio al Capitolio de EU, al que Trump incitó el 6 de enero», declaró.
“Tan pronto como sea posible”.
Mientras tanto, la defensa de Trump se prepara para explicar, a partir de este viernes, sus argumentos, y ya ha advertido que no le tomará mucho tiempo, pese a que cada una de las partes dispone de 16 horas a lo largo de dos días para exponer sus alegaciones.
«Será tan corto como sea posible», dijo uno de los abogados del exmandatario, David Schoen.
Todo indica que el «impeachment» terminará a finales de esta semana: la demócrata Debbie Stabenow opinó que podría acabar el domingo después del mediodía.
Para lograr una resolución condenatoria a Trump, los demócratas necesitan el respaldo de dos tercios de la cámara, que no parece que vayan a tener, ya que cuentan con 50 escaños y nada indica que haya suficientes republicanos -17- dispuestos a votar en contra del expresidente.