El voto inesperado del senador republicano Lindsay Graham provocó que el Senado de Estados Unidos haya admitido a trámite la posibilidad de que las partes puedan llamar a testigos a declarar sobre el caso contra el expresidente Donald Trump, por incitar a la insurrección durante el asalto del 6 de enero al Capitolio.
Cinco senadores republicanos, entre ellos Graham, acérrimo partidario de Trump, se mostraron a favor del procedimiento después de que el abogado de la acusación Jamie Raskin manifestara su intención de llamar a declarar al menos a la congresista republicana Jaime Herrera Beutler, quien reveló una crucial conversación entre Trump y el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ocurrida durante el asalto.
Según esta conversación, Trump se habría negado en un primer momento a pedir a los manifestantes que abandonaran la incursión a pesar de las peticiones de McCarthy, en el principio de una acalorada discusión en la que Trump dijo al político que los asaltantes, según testigos republicanos de la conversación, “parecían preocuparse más” por el resultado de las elecciones presidenciales, fraudulentas según teorías infundadas defendidas por Trump, que el propio McCarthy.
La votación se aprobó por 55 votos a favor y podría prolongar, casi con toda probabilidad, terminar el juicio político este sábado en el Senado, donde sus ocupantes tenían previsto votar directamente si Trump resultaba absuelto o era declarado culpable.
El juicio ha puesto de manifiesto el extraordinario peligro al que se enfrentaron los legisladores el pasado 6 de enero, cuando Trump instó a sus seguidores a marchar hacia el Congreso y “ponerse salvajes”, en un intento de evitar que los legisladores certificaran su derrota ante el demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales. Cinco personas murieron en el caos.
Hasta 10 republicanos podrían considerar a Trump culpable, según un asesor del Senado, lo que no alcanzaría a los 67 votos necesarios para la condena. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, quien reprendió a Trump tras el ataque del 6 de enero, sigue siendo una incógnita.
Los legisladores de ambos partidos han dicho que les gustaría acabar con el juicio rápidamente para poder pasar a otros asuntos, como las votaciones de confirmación de altos cargos del gobierno del presidente Joe Biden y un paquete de ayudas de 1,9 billones de dólares para atender la crisis económica y sanitaria del coronavirus.