Esta tabasqueña es un ejemplo de resiliencia y fortaleza. Después de vivir una infancia y juventud poco agradables, hoy la vida le sonríe con su hija, un trabajo y la voluntad de apoyar a otros
Al cumplir un año y medio de edad, Cecilia Herrera Zapata sufrió poliomielitis quedando discapacitada sin poder caminar, sufrió adversidades que lastimaron su vida, ahora, a pesar de que no puede caminar, señala que venció a la enfermedad porque vive feliz; es presidenta de la Asociación de Minusválidos de Tabasco y actualmente saca adelante la carrera de ingeniería ambiental que estudia su hija.
Nativa de Champotón, Campeche, Cecilia vivió una infancia no muy fácil, con algunas acciones que quedaron marcadas en ellas tomando una decisión que le cambiaria la vida, salirse de su casa y huir a Tabasco en compañía de un tío que la quería mucho y la ayudó.
Llegó a Villahermosa con 13 años de edad y se puso la meta de ser mejor persona y estudiar para no ser una analfabeta, logrando sacar sola, y con personas que se apiadaron de ella, la primaria y la secundaria.
Años más tarde conoció a una persona que se volvió muy importante en su vida, el doctor Quevedo, quien era presidente de la Asociación de Minusválidos del estado, y quien la apoyó mucho en su integración en la sociedad.
Pasaron varios años y la joven Cecilia conoce a una persona, con quien tiene su primera y única hija, años más adelante sufrió otro trago amargo: la ruptura de su matrimonio, quedando sola con la responsabilidad de una hija.
En la actualidad logró ser la presidenta de la Asociación de Minusválidos de Tabasco; también el Ayuntamiento de Centro le brindó espacios en el Mercado de las Flores (por donde está el Panteón Municipal) y con eso se mantiene económicamente ella y varias personas agremiadas.
“Mi situación fue difícil porque viví muchas cosas feas en mi niñez, traumáticas en mi juventud y ahora en mi adultez ya soy feliz porque supe valorarme a mí misma, yo ya me acepté que no voy a volver a caminar, pero sigo luchando para sacar a mi hija adelante y que vuele, que no se detenga por mí, porque yo voy a morir así en una silla de ruedas, porque esa fue la prueba que me dejó Dios y soy fuerte porque la estoy superando y vamos para adelante”, señaló con lágrimas en los ojos.
“Mi situación fue difícil porque viví muchas cosas feas en mi niñez, traumáticas en mi juventud y ahora en mi adultez ya soy feliz porque supe valorarme a mí misma”
Cecilia Herrera Zapata
Presidenta de la Asociación de Minusválidos de Tabasco
FOTOS: JOEL RUBIO