El subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ofreció la conferencia “La poesía de Carlos Pellicer: un arma cargada de futuro”, en el marco de las Jornadas Pellicerianas
“No me equivoco si digo, que en estos tiempos de incertidumbre y cambio civilizatorio provocado por la actual pandemia, Carlos Pellicer representa el humanismo y, en ello, la vigencia de nuestro tiempo; de su internacionalismo universitario; su latinoamericanismo solidario y también, por su profundo sentido de la diversidad”, aseguró Luciano Concheiro Bórquez.
Al ofrecer la conferencia virtual La Poesía de Carlos Pellicer: un arma cargada de futuro, en el marco de las actividades de las Jornadas Pellicerianas. Encuentro de Poesía 2021, el subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) dijo que Carlos Pellicer es un modernista barroco que le da vida a las cosas, a los monumentos, a las cabezas colosales y al llenar de colores todo, nos ilumina de humanidad.
Agradeció a la Secretaría de Cultura de Tabasco la invitación a participar en el encuentro alrededor de la vida y obra de Carlos Pellicer, la voz del Poeta de América, como lo llamó la poeta chilena Gabriela Mistral, y realizó un recorrido por varios de los principales periodos en la vida del desaparecido hombre de letras.
“No nos reunimos por azar. Esta es una convocatoria desde la voz sonora de Carlos Pellicer, un llamado a realizar grandes odiseas y sembrar transformaciones en el suelo fértil de nuestra realidad, precisamente en este momento en el que la noche y los tiempos, cubren al mundo con la sombra de la pandemia por el COVID-19”, aseguró durante su participación de manera virtual.
El también catedrático por más de cuatro décadas, mencionó que Pellicer enarbola sus versos, pues lejos de estridencias y gritos, su poesía es un canto a los sueños de libertad y de justicia social, por los que luchó toda vida y que hoy se proyectan sobre nosotros.
Dijo que con su poderoso latinoamericanismo –como podemos llamarle a su profundo amor por Hispanoamérica–, Pellicer nos enseñó que frente a la barbarie que nos proporcionó Europa, los pueblos indioespañoles sintieron la emoción de un futuro. Pellicer, apuntó, alimentó su latinoamericanismo con el sueño bolivariano de libertad para los pueblos de nuestra América, como también la nombraba José Martí.
Puntualizó que el latinoamericanismo de Pellicer trasciende su tiempo al ser parte de la proyección cultural y política de la Revolución Mexicana, pero sobre todo, por ser un militante de esa poderosa ola de movimientos y organizaciones estudiantiles desde el río Bravo hasta La Patagonia.
Resaltó que Pellicer tuvo una importante relación con José Vasconcelos, por lo que rápidamente se incorporó como su secretario en 1921, hace cien años, al lado de Jaime Torres Bodet, y una de las primeras tareas que Vasconcelos pidió a Pellicer fue hacer un artículo sobre los congresos estudiantiles latinoamericanos para la revista El Maestro.
“Como todos sabemos, las misiones culturales que diseño Vasconcelos eran su emblema redentor para el pueblo de México, y Pellicer participó, y en compañía de Daniel Cosío Villegas, visitó diferentes vecindades de Peralvillo, para leer a sus moradores sus poemas, como parte de esa misión por la educación popular”, aseveró.
Consideró que la participación de Pellicer en el Grupo Solidario del Movimiento Obrero, que conformaron Diego Rivera y Vicente Lombardo Toledano en 1922, junto a Daniel Cosío Villegas, José Gorostiza, Alfonso Caso y José Clemente Orozco, contribuyó a su formación política a favor de los pueblos indígenas y la clase obrera de esa época.
“La política de Pellicer siempre fue abiertamente socialista, a favor de los grupos indígenas. Como diría el propio Pellicer meses antes de su muerte: “yo fui un político de calle durante toda mi vida. Soy socialista y creo en la igualdad de los humanos. Me entristece la pobreza de las mayorías y la riqueza de unos cuantos, Pienso que poco a poco el mundo entero y, por supuesto México, alcanzará la justicia”, subrayó el también escritor mexicano.
Expresó que, en su campaña al Senado de la República, Pellicer se concentró en los derechos de los grupos indígenas, pues decía que sería el senador de Los Chontales. Su experiencia, agregó, en el Grupo Solidario del Movimiento Obrero le sirvió para desarrollar una perspectiva estética, popular, indígena y revolucionaria.
“Me parece fundamental subrayar también el papel que Pellicer tuvo en la construcción de la museografía mexicana, la cual empezó a desarrollar en la década de 1950. Fue el que levantó el Parque Museo La Venta, con el fin de preservar la cultura del pueblo Olmeca. Y en 1960 Pellicer también organizó el museo Frida Kahlo”, indicó.
Destacó que Pellicer reunió durante 24 años, mil 200 piezas de arte Olmeca, Maya, Zapoteca, Totonaca, de la región del Occidente de México, y con ellas creó el Museo de Arte Prehispánico, en Tepoztlán Morelos, donde tenía su casa.
“Destaco un rasgo fundamental de Carlos Pellicer: el sentido fraternal de la amistad. Supo amar y admirar a sus amigos, como a José Vasconcelos y Diego Rivera. Lloró la muerte de Pablo Neruda, con quien lo unía una amistad de 50 años, y luchó por los derechos de los pueblos indígenas, pero también por la reivindicación de la clase trabajadora”, concluyó el autor de más de 250 artículos en innumerables revistas.