Nicolás Maduro pidió a los integrantes de la comisión presidencial iniciar conversaciones con el Gobierno de México para convertir a Venezuela en ‘suministrador seguro’ de gas.
“He visto todo el tema de suministro de gas y el esfuerzo que está haciendo el presidente (Andrés Manuel) López Obrador para resolverlo, ahora agravado con las nevadas en Texas que han dejado en situación difícil tanto a Texas como al territorio mexicano”, dijo en conferencia de prensa.
Sin embargo, México no podría aceptar gas natural procedente de Venezuela.
El principal motivo es que Estados Unidos tiene impuestas sanciones a la nación sudamericana que afectan a todo aquel con quien realice negocios.
Además, México solo cuenta con dos terminales -en Manzanillo, Colima y Altamira, Tamaulipas-, para recibir gas natural licuado.
Andrés Bayona, presidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular (AMGNV), señala que las dos plantas no cuentan con la capacidad de almacenamiento suficiente, ya que no cubren más de 5 por ciento del consumo nacional.
Y de ser viable la oferta, se requerirían entre 15 a 20 buques por semana del combustible, lo que obligaría a ampliar la capacidad estructural actual de puertos.
Para el analista del sector energético Ramses Pech, la declaración de Maduro es una “ocurrencia para llamar la atención”.
Venezuela es el sexto productor de gas natural de la Organización Nacional de Exportadores de Petróleo (OPEP), con un promedio de 20 mil 559 millones de metros cúbicos durante 2019.
Actualmente México solo compra gas natural a Estados Unidos por manejar los precios más bajos y por la red de gasoductos desarrollada para su transporte.