Con un llamado a mover la economía desde el consumo local para estimular el bienestar de las comunidades artesanales, concluyó este lunes el conversatorio “Mujeres Emprendiendo desde la actividad artesanal”, que a través de Facebook Live organizó el Instituto para el Fomento de las Artesanías de Tabasco (IFAT).
En la charla virtual enmarcada en el ciclo de actividades promovidas por el IFAT, rumbo al Día del Artesano, a celebrarse el próximo 19 de marzo, participaron las empresarias Margarita Fabiola Toledo Antonio, del negocio “Tropicalino”, artesanías de Tabasco; Tamia Huc, de la plataforma “Marchanteando”, del estado de Chiapas, y Flor Arellano, de la empresa Hilos & Nudos, creada en Quintana Roo.
La directora general del IFAT, Tisve Salazar Ramos, destacó que las tres empresas representan un modelo a seguir en materia de producción y vinculación con el sector artesanal, así como de comercialización e innovación para llegar mediante las tecnologías de la información y comunicación a mayores mercados de consumo.
Tisve Salazar destacó que entre los retos que ha dejado la pandemia de COVID-19 y su consecuente confinamiento social al sector artesanal, está el buscar alternativas para mover desde las comunidades la economía y el consumo local.
“Si vas a dar un regalo, hay que comprarle a un artesano…(porque) si se consume una artesanía, el productor que vive en una comunidad obtiene un ingreso a partir de un trabajo digno y entonces tiene liquidez para ir a la tiendita de la esquina a comprar insumos para su subsistencia, y tiene para pagar a quienes mueven en canoas o triciclos los insumos hasta los centros artesanales”, ejemplificó.
En ese sentido, Margarita Fabiola Toledo, de “Tropicalino”, una empresa comprometida con la difusión de la tradición textil y el reconocimiento de los artesanos, el arte y la cultura de Tabasco, expresó que si una enseñanza ha dejado esta pandemia, es que nos ha motivado a hacer ejercicios de introspección con nosotros mismos, pero también hacia el consumo responsable para mover la economía local.
En un contexto marcado por una economía que opera con restricciones, hay que diseñar estrategias para involucrar a los consumidores a entender qué hay detrás de cada producto, prenda o pieza artesanal.
Consume Local
“Motivarlos no sólo a saber quién elaboró tu prenda o de qué materia prima está hecha, sino también a saber si su creador obtiene un pago justo o cuenta con condiciones de vida seguras, o dimensionar si la compra de un producto puede favorecer a comunidades de artesanos”, explicó Toledo Antonio.
La invitación es a reflexionar en que una manera de ir recuperando la normalidad es moviendo la economía local y esa es una decisión que es responsabilidad de todos, agregó Tamia Huc, creadora de la plataforma “Marchanteando”.
Durante el encuentro digital en el que las empresarias compartieron sus experiencias, Tamia Huc indicó que lejos de ‘achicarse’ por las condiciones de restricción impuestas por la pandemia, hoy más que nunca todos aquellos empresarios vinculados con el sector artesanal de México tienen que entender que deben ser corresponsables con el esfuerzo de los creadores locales y ‘no bajarse del barco y dejarlos solos’.
“Cuando ves a todos esas artesanas o artesanos que no se quiebran, no hay poder humano que te pueda impedir seguir adelante”, aseveró la propietaria de una marca que utiliza textiles y materiales representativos de Chiapas, Oaxaca, Yucatán y Tabasco, y que ha representado a México en ferias internacionales de diseño como Who’s Next Paris y Latinoamerica Taste, en Portland Oregón, y Viva México en Barcelona.
Finalmente, Flor Arellano, de la empresa Hilos & Nudos, detrás de la que se encuentra un par de hermanas dedicadas a decorar espacios con técnicas como macramé, bordado y tejido, hemos logrado llevar estas antiguas técnicas a la modernidad, refrendó su compromiso de seguir trabajando con los artesanos en el propósito de transmitir el arte, la cultura e identidad de los pueblos originarios de México.