El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que el muro que se colocó frente a Palacio Nacional ayudó a detener la provocación durante la marcha feminista del 8M y no se cayó en la «trampa de la violencia” en donde participaron muchos infiltrados, «que buscan debilitarme», consideró el jefe del Ejecutivo.
Durante las protestas que se llevaron a cabo el Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México, la ola de mujeres que mostró su hartazgo contra la gestión del mandatario mexicano y su constante descalificación al movimiento, lograron derribar algunas vallas que protegían el recinto donde habita el presidente.
Desde Palacio Nacional, el mandatario mexicano agradeció a los encargados de la seguridad de la Ciudad de México, especialmente a las mujeres policías que “resistieron estoicamente a las agresiones” de las manifestantes
López Obrador insistió en que, si no se instalaba el muro, se hubiese puesto en riesgo a mucha gente.
“Protestaron hombres también, como siempre, infiltrados, provocadores, y si se hubiesen puesto frente a frente con los policías, hubiese habido muchos riesgos, afortunadamente el muro ayudó a detener la provocación», señaló.
El jefe del Ejecutivo destacó que aunque las manifestantes “traían sopletes, marros y martillos”, no se registraron civiles ni policías heridos de gravedad, lo que muestra que su gobierno no es represor y se garantizan las libertades.