La lente de Novedades de Tabasco captó estas imágenes que dan cuenta de la crisis a la que se enfrentan los ganaderos que aún no superan los estragos de las pasadas inundaciones, y hoy se enfrentan a la sequía
El campo tabasqueño sufre una mala temporada luego de las inundaciones históricas del año pasado, ahora la sequía hace estragos. El impacto del cambio climático aumenta la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones.
Aunque de acuerdo con el monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con corte al 15 de marzo de 2021, Tabasco junto a otros estados del sureste “no reporta afectación”, por este fenómeno, el panorama a unos kilómetros de la ciudad de Villahermosa es desolador.
Ganado flaco, afectado muy probablemente desde las pasadas inundaciones, buscando qué pastar sobre la tierra cuarteada, e incluso restos de animales que han sucumbido ante la falta de alimento, agua y las altas temperaturas.
“El paso de los frentes fríos del 39 al 43, de la temporada 2020-2021, así como las tormentas invernales 11 y 12 y la entrada de humedad del Golfo de México y Mar Caribe, ocasionaron lluvias en la región por debajo del promedio, la mayoría en zonas sin afectación de sequía”, cita el informe de la Comisión, respecto a la región que incluye a Tabasco.
La lente de Novedades de Tabasco captó estas imágenes que dan cuenta de la realidad de los productores que aún no superan los estragos de las pasadas lluvias y desbordamientos de ríos y ahora tienen que enfrentar un panorama de contrastes, con el mismo fin, salvar el ganado que es su fuente de ingresos.
Animales pequeños y en los huesos se ven a orillas de los caminos
Muerte y desolación ante la falta de alimento
No hay pasto, solo grietas y hambre