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Un tribunal de justicia marcial condenó a la pena capital a 19 personas acusadas del asesinato de un soldado, en las primeras sentencias a muerte que se dictan tras el golpe de Estado militar del 1 de febrero en Birmania.
El portal de noticias Eleven media, precisa que 17 de los acusados fueron condenados en rebeldía y penden sobre ellos órdenes de arresto por asesinato, que presuntamente sucedió a finales de marzo en un distrito de Rangún donde los militares habían decretado la ley marcial.
El canal público MRTV, ahora controlado por los militares, emitió en la noche del viernes las fotografías de los dos condenados que se encuentran arrestados.
A pesar de la brutal represión de las fuerzas policiales, en la que han muerto más de 600 personas, miles de manifestantes tomaron de nuevo este sábado las calles del país para expresar su rechazo contra la nueva dictadura militar.
En la ciudad de Bago, a unos 70 kilómetros al noroeste de Rangún, los manifestantes desafiaron a los militares tras la sangrienta jornada del viernes, donde las fuerzas policiales dispararon artefactos explosivos contra los manifestantes.
Presumiblemente, se trató de disparos de mortero, y dejaron al menos 20 muertos.
GUERRILLAS MASACRAN A POLICÍAS
Por otra parte, al menos 14 policías murieron este sábado en el noreste de Birmania durante un ataque coordinado de varias guerrillas étnicas, informan medios locales.
El ataque, que dejó al menos cinco oficiales heridos y dos desaparecidos, sucedió a primera horas del día en el estado Shan, indicó un testigo al portal de noticias Irrawaddy.
Según esta persona, el asalto fue lanzado por los grupos rebeldes Ejército de Arakán (AA; no confundir con el Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán, ESRA), el Ejército de Liberación Ta’ang y el Ejército Nacional de la Alianza Democrática, guerrillas étnicas que el 30 de marzo lanzaron un ultimátum a la junta militar para que pusiera fin a la brutal represión contra las manifestaciones y en rechazo del golpe de Estado.
Hasta la tarde del sábado, ninguno de los grupos ha reivindicado la ofensiva.
En el ultimátum, que firmaron los tres grupos de forma conjunta, advirtieron al ejército birmano de que si no detiene sus acciones violentas y satisface las demandas de la población, colaborará con los disidentes en las protestas de la llamada «Revolución de la primavera».
Por ello, los rebeldes amenazaron con anular su acuerdo de alto el fuego con el ejército si continúa la matanza indiscriminada de manifestantes.
