Tokio afronta la cuenta atrás de tres meses para los Juegos Olímpicos de nuevo bajo emergencia sanitaria por el repunte de contagios de covid, pero también con deberes pendientes, como definir si habrá público en las gradas y recuperar el apoyo de los nipones hacia el evento.
La fecha que marca justo 91 días antes de los Juegos, cuya inauguración está prevista para el próximo 23 de julio, coincide con la decisión del Gobierno japonés de volver a declarar el estado de emergencia sanitaria en Tokio y otras tres prefecturas niponas, las más afectadas por la cuarta ola de contagios que afecta a Japón.
Se trata de la tercera vez en que Japón recurre a esta medida excepcional, que conllevará el cierre temporal de negocios como bares, restaurantes, centros comerciales o parques de atracciones, además de la prohibición de celebrar eventos multitudinarios como competiciones deportivas con público.
«TIMING» COMPLICADO
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, reafirmó hoy que el nuevo estado de emergencia no alterará los preparativos de los Juegos y señaló que esta medida se enmarca en su compromiso de organizar unos Juegos «seguros».
La emergencia sanitaria estará en principio en vigor en Tokio hasta el 11 de mayo, aunque es posible que se extienda en función de la evolución de los contagios, algo que ya ocurrió con la anterior aplicación de la medida, que estuvo vigente en la capital nipona desde el pasado 7 de enero hasta el 22 de marzo.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, restó el miércoles importancia a la declaración, que calificó de «proactiva» y dirigida a prevenir el avance del virus durante el período vacacional de principios de mayo en Japón.
«Lo entendemos. Está perfectamente en línea con el enfoque diligente de las autoridades japonesas», destacó Bach, quien también insistió en que nunca ha habido una ciudad mejor preparada que Tokio para organizar los Juegos, durante una conferencia telemática celebrada tras una reunión de la Comisión Ejecutiva del COI.
Según adelantaron los medios nipones, Bach planea visitar el país entre los días 17 y 18 de mayo, justo después de acabar el estado de emergencia, y con el objetivo de escenificar su pleno apoyo a los Juegos de Tokio y despejar las incesantes dudas sobre la celebración del evento en plena pandemia.
UNOS JUEGOS «IRREALES»
Pero tanto los organizadores como el COI tienen difícil convencer a los japoneses. Un 39 % de ellos considera que los Juegos deberían cancelarse, mientras que un 32 % cree que tendrían que ser pospuestos de nuevo, según una reciente encuesta de la agencia de noticias local Kyodo.
El apoyo popular a los Juegos, uno de los mayores activos de los que presumían los responsables de Tokio 2020, se ha desplomado durante la pandemia debido al temor a que la cita sea una fuente de contagios, así como a su presupuesto disparado y a una larga lista de escándalos protagonizados por la organización.
«Es momento de detener nuestras pérdidas y cancelar los Juegos», señalaba un editorial publicado esta semana por el periódico Asahi, uno de los principales diarios nipones, que calificaba de «irreales» los planes del Gobierno de «redirigir» a los atletas olímpicos los «ya insuficientes recursos sanitarios» nacionales.
Y es que una de las cosas que más preocupan en Japón es la posibilidad de que los potenciales contagios entre atletas y personal participante en los JJ.OO. pongan bajo una presión aún mayor a los centros médicos de Tokio, que por momentos han rayado la plena ocupación de sus camas para pacientes graves de covid.
MÁS DEBERES PENDIENTES
Este escenario, unido a la lentitud con la que avanza la vacunación en Japón -en torno al 1 % de su población ha sido inoculada con al menos una dosis-, llevó a los organizadores a vetar la entrada al país de visitantes extranjeros para los Juegos.
Ante lo complicado de la situación, los anfitriones han optado por aparcar temporalmente la decisión sobre si habrá público local en las gradas de las competiciones, algo que en estos momentos se antoja improbable.
La organización también tiene pendiente definir detalles sobre protocolos sanitarios para los atletas, entre ellos con qué frecuencia serán sometidos a test de coronavirus y de qué tipo. Se contempla realizar test diarios a los deportistas, mayoritariamente de saliva.
Además, se recomienda -aunque no se obligará- a los atletas extranjeros vacunarse antes de viajar a Japón, mientras que para los deportistas japoneses las autoridades niponas han barajado inocularlos de forma prioritaria de cara a los Juegos, según publicaron los medios nipones.
Esta posible medida ha generado una fuerte oposición en las redes sociales, en un contexto en el que solo han sido vacunados los profesionales sanitarios y varios millares de ciudadanos mayores de 65 años.