Uno de los más grandes retos de los gobiernos futuros de los municipios costeros de Tabasco, será la gestión de acciones para mitigar los efectos del calentamiento global que, de acuerdo a los especialistas, está causando estragos en costas de los municipios Cárdenas, Centla y Paraíso.
En el estudio el impacto del calentamiento global en las costas de Tabasco, Lilia Gama Campillo, profesora investigadora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), la especialista que más conocimiento tiene en la materia, revela que la entidad pierde anualmente de uno a dos metros de costas, debido a la erosión costera ocasionada por la elevación del nivel del mar como consecuencia del cambio climático.
“Esto ocasiona la salinización del territorio en determinadas regiones y por ende, desequilibrios en los ecosistemas”, expresó la doctora Gama Campillo.
Según la investigadora, el territorio de Tabasco es una zona vulnerable cuyos impactos del cambio climático más importantes son inundaciones, variaciones en la línea de costa e incrementos de la temperatura; a lo que se suman los efectos del hundimiento de las cuencas bajas de los ríos Grijalva y Usumacinta por el proceso natural de sedimentación y la extracción de petróleo y agua.
Recalcó que estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) plantean que el nivel del mar puede incrementar hasta 60 centímetros a finales del siglo, aunque en los trabajos que han realizado, el mínimo escenario potencial que prevén es de casi un metro para el estado para finales de siglo.
De acuerdo con el Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), datos globales indican que en el periodo comprendido entre 1961 y 2018 el nivel del mar aumentó a una tasa promedio de 0.5 a 1.8 mm de manera anual.
En otro estudio sobre la vulnerabilidad física de la zona costera de Tabasco, donde también participó Lilia María Gama Campillo, ante la problemática de ascenso acelerado del nivel del mar, se dividió la costa tabasqueña en nueve sectores, de los cuales sólo tres muestran un avance de la línea de la costa sobre el mar debido a los sedimentos arrastrados por los ríos Grijalva y Tonalá, todo lo contrario de los otros seis sectores que están siendo devorados por el mar hasta en 667 kilómetros cuadrados.
Los sectores que van siendo tragados por el mar comprenden del sector 2 al 6 que comprenden desde Boca Santa Ana en Sánchez Magallanes hasta la Barra Chiltepec en Paraíso, así como el sector 9 en el límite del flanco oriental del delta del Grijalva hasta Campeche, a 16 km al oriente de la desembocadura del Río San Pedro y San Pablo.
El sector 6 que comprende del Puerto Dos Bocas al estuario del Río González (Barra Chiltepec) ha sido el más golpeado a través de los años al perder 77 metros de playa contabilizado al 2008 y con un retroceso promedio de seis metros al año, por lo que con el ajuste actual al año en curso nos da una superficie de erosión de 101 metros o 876 metros cuadrados.
Otro de los sectores más sensibles es el 9 que comprende desde la desembocadura del Río Grijalva al mar hasta el Río San Pedro donde no existe una barrera que limite el ingreso de agua marina con una tasa de erosión de 3.5 metros al año.
En cuanto a los sectores 4, 2, 5 y 3 de la costa tabasqueña pierde apenas 1.28 a 2 metros al año, esto debido a su posición geográfica o por la distribución adecuada de espigones, pero que aun así representan una erosión significativa en sus costas.
El cambio climático ha generado que el mar cobre, en algunas zonas, hasta un kilómetro de playa sobre la costa, lo que ocasiona un fenómeno socioeconómico ya que muchos habitantes han visto sepultadas sus casas bajo el agua.
Uno de los ejemplos más claros se puede apreciar en la Colonia el Pénjamo muy cerca de Chiltepec en Paraíso, ahí doña María del Rosario Rodríguez Cupil de 65 años de edad relata con tristeza que la erosión de la costa derribó parte de su domicilio, así como de su baño.
A la orilla erosionada por el golpeteo constante de las olas y acompañada por su esposo Gustavo Martínez Segura, la señora relata que originalmente en los años 60 tenían que caminar cien metros para llegar al mar a diferencia de ahora que el mar acecha su domicilio con fuerte oleaje durante los frentes fríos.
SON 10 ESTADOS
Las costas de 10 estados están en riesgo de quedar bajo el agua en 2050, por el aumento del nivel de los océanos a consecuencia del cambio climático.
Se trata de Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, así como Veracruz, Chiapas, Nayarit, Sonora, Baja California Sur y Baja California, según proyecciones de la organización Climate Central, que considera un aumento de hasta un metro en el nivel del mar.
El estado más afectado sería Tabasco, pues una amplia porción de su superficie está en riesgo de quedar inundada para mediados de este siglo, sobre todo las comunidades aledañas a los ríos Usumacinta y Grijalva, así como a los Pantanos de Centla.
Por región, la península de Yucatán sería la más afectada. En el estado de Campeche, los riesgos se ubican en la frontera con Tabasco, en las zonas que rodean a la Laguna de Términos, así como una franja costera que pasa por Ciudad del Carmen y Champotón.
El análisis indica que los territorios con propensión a quedar bajo del agua incluyen la reserva de Celestún, Puerto Progreso, Telchac, entre otras costas de Yucatán.
En el estado de Quintana Roo se verían afectadas las islas Holbox y Cozumel, la costa norte del estado, Puerto Morelos, la reserva de Sian Ka’an, Bacalar, la laguna de Bacalar y playas como Mahahual e, incluso, Cancún.
En Veracruz también se prevén afectaciones en torno al río Papaloapan y en comunidades como Tlacotalpan, así como en la parte Norte, en la Laguna de Tamiahua.
En la costa del Pacífico, los escenarios muestran peligro en las costas de Nayarit, Sonora, Baja California Sur, Baja California y una parte de Chiapas. La plataforma de Climate Central permite visualizar en un mapa las ciudades o países que podrían quedar inundados si continúan los altos niveles de emisiones contaminantes que provocan el aumento de temperatura y el deshielo de los polos, con el subsecuente aumento en el nivel del mar.
El territorio de Tabasco es una zona vulnerable cuyos impactos del cambio climático más importantes son inundaciones, variaciones en la línea de costa e incrementos de la temperatura; a lo que se suman los efectos del hundimiento de las cuencas bajas de los ríos Grijalva y Usumacinta por el proceso natural de sedimentación y la extracción de petróleo y agua.
Los eventos climáticos extremos atribuidos al cambio climático (huracanes intensos, inundaciones severas e incremento del nivel del mar) están causando cambios irreversibles en la ecología de los manglares y pérdidas en los cultivos agrícolas cercanos a los litorales. Y se advierte la probabilidad de que la cantidad y magnitud de dichos eventos se incrementen a futuro.
El calentamiento global
El calentamiento global es el aumento de la temperatura media de la Tierra, esto como consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) lo que ha ocasionado variaciones en el clima; en algunas zonas ya se registran inundaciones, sequías, además, está provocando el descongelamiento de los glaciares con lo que el mar aumentaría su nivel y esto traería otro tipo de desastres.
Estados costeros del país en problemas
- Tabasco
- Campeche
- Yucatán
- Quintana Roo
- Veracruz
- Chiapas
- Nayarit
- Sonora
- Baja California Sur
- Baja California
Municipios de Tabasco afectados
- Cárdenas
- Centla
- Paraíso
Fuentes: Investigadores de la UJAT, UNAM, Conagua
Cifra:
- 1 a 2 metros pierden las costas anualmente debido a la erosión marina
El dato:
Inundados
Estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) plantean que el nivel del mar puede incrementar hasta 60 centímetros a finales del siglo, aunque en los trabajos que han realizado, el mínimo escenario potencial que prevén es de casi un metro para el estado para finales de siglo.
“La invasión del agua de mar ocasiona la salinización del territorio en determinadas regiones y por ende, desequilibrios en los ecosistemas”
Lilia Gama Campillo
Investigadora UJAT