Comenzaron siendo una pareja perfecta. Pero, tras una década juntos, el matrimonio de Brad Pitt y Angelina Jolie apenas duró dos años y desde su separación en 2016 han pasado cinco años de dura batalla legal que ahora ha culminado en una sentencia de custodia compartida.
Un juez ha dictado una sentencia a favor de Pitt, que ha logrado la custodia compartida de cinco de sus seis hijos —Pax, Zahara, Shiloh y los gemelos Vivienne y Knox—, una decisión que deja fuera a Maddox por ser mayor de edad, según han informado medios estadounidenses.
Este acuerdo, aunque temporal puesto que la protagonista de Maléfica ha recurrido el fallo, puede ser el principio del fin de una dura batalla legal que ha durado desde que la pareja anunciara su divorcio en septiembre de 2016 tras dos años de matrimonio y doce de relación.
El actor ha estado luchando en los juzgados durante estos cinco años para tener los mismos derechos que su exmujer en lo que respecta a la custodia de sus seis hijos —tres adoptados y tres biológicos—. Según explicó la CNN, el juez John Ouderkirk, que está retirado y oficia de forma privada y no en un tribunal californiano, ha respaldado el principio de custodia equitativa para cada uno de los dos progenitores y no el de la custodia exclusiva que pedía Jolie.
“Este es un proceso legal que está en marcha, y estamos muy lejos de una resolución final de cualquier cosa. Angelina cree que a ella y a los niños se les ha negado un juicio justo y continuará buscando la mejor solución para los niños y su bienestar”, dijo a la CNN una fuente cercana a la actriz.
Jolie se ha quejado de que no se permitiera testificar a sus hijos, tal y como permiten las leyes californianas con los menores de más de 14 años. Además, el juez Ouderkirk impidió la celebración de un juicio justo al “excluir indebidamente pruebas pertinentes sobre la salud, la seguridad y el bienestar de los niños, que eran fundamentales en el caso”, según la defensa de la actriz.
Los abogados de Jolie ya habían intentado el pasado año que se retirara el caso al juez Ouderkirk por tener negocios con una de las letradas de la actriz, pero la petición fue denegada. Por eso, la estrategia legal de la actriz pasa ahora por pedir la celebración de un nuevo juicio con otro juez para el 9 de julio en el Tribunal de Apelaciones de California.
Los actores, apodados como Brangelina comenzaron su relación en 2004, tras coincidir en el rodaje de Sr. & Sra. Smith y se casaron en agosto de 2014 en Francia, rodeados de sus seis hijos, que colaboraron pintando el velo de la actriz con flores, animales y aviones.
Sin embargo, la pareja idílica se vino abajo apenas dos años después. En septiembre de 2016 Jolie pidió el divorcio y, entre otras razones, argumentó la manera en la que el actor trataba a sus hijos.
Poco después empezaron a circular rumores que apuntaban al actor por sus presuntos comportamientos agresivos y su alcoholismo. E incluso el FBI recibió una serie de alegaciones sobre la actitud de Pitt durante un vuelo privado con algunos de los niños, un caso que se cerró sin acusaciones.
Pitt también lanzó acusaciones contra Jolie, en su caso por poner en riesgo la intimidad de sus hijos “haciendo públicos los nombres de sus terapeutas y otros profesionales de la salud mental”.
Recientemente la actriz estadounidense demandó de nuevo a su exmarido, al que acusó de abuso infantil y violencia de género. Y Pitt reconoció a The New York Times que su adicción al alcohol tuvo mucho que ver con su separación y aseguró que había acudido a terapia durante más de un año.
Ahora, con la sentencia de custodia compartida, el actor ha logrado lo que buscaba desde que se separó de Jolie, que sin embargo no está dispuesta a aceptarlo sin más.