¿Debemos temerle a los cocodrilos de la laguna de las Ilusiones?

UTOPÍA DEL EDÉN

Es cierto que los animales silvestres actúan por instinto, pero necesitan al igual que nosotros los humanos, espacio y seguridad. Cuando invadimos su territorio y se sienten amenazados, los inofensivos escaparán rápidamente, pero los agresivos se van a defender

Villahermosa

Hace algunos días, en el norte del país, en la Laguna del Carpintero en Tampico, Tamaulipas, ocurrió un desafortunado evento en donde un cocodrilo atrapó entre sus fauces a una mujer que se encontraba en la orilla y le causó muerte. En redes sociales y demás medios de comunicación se difundió la noticia, misma que al día de hoy mantiene aterradas a muchas personas, incluyendo a los visitantes de la “Laguna de las Desilusiones” aquí en la capital tabasqueña, la cual es muy concurrida por las familias, deportistas y uno que otro turista.

Pese a que esta laguna sufre de una tremenda contaminación y descuido, podemos observar todavía en ella fauna nativa y representativa del estado, tales como los majestuosos e imponentes cocodrilos, que son los protagonistas de esta nota.

En México existen tres especies de cocodrilos, en el estado de Tabasco se distribuyen dos , el moreletti y el acutus; el primero de estos es el único que habita la laguna de las Ilusiones, estos animales llegan a alcanzar los 3 metros de longitud. La población que habita a lo largo de toda la laguna es grande y se pueden observar organismos de todas las edades y tamaños.

Muchas películas de Hollywood nos han presentado a tiburones, leones, abejas, murciélagos, serpientes y cocodrilos como animales fuera de control que cazan humanos sin control y razón alguna. Todo esto ha generado una idea totalmente errónea respecto al comportamiento real de toda esta fauna, ideas que hacen pensar a la gente que una bejuquilla es una anaconda y se va tragar a sus hijos o que los murciélagos atacarán a toda su familia para chuparles la sangre, aunque la mayoría de estos animalitos solo comen insectos por la noche o frutas.

Es cierto que los animales silvestres actúan por instinto, pero necesitan al igual que nosotros los humanos, espacio y seguridad, así como nosotros construimos hogares seguros, bardeamos nuestros terrenos, colocamos ventanas, herrerías y aire acondicionado, y no queremos que algún extraño nos moleste, lo mismo sucede con los animales, cuando invadimos su territorio y se sienten amenazados, los inofensivos escaparán rápidamente, pero los agresivos se van a defender, primero tomarán una postura amenazante y si rebasamos esa distancia, automáticamente nos toman como invasores y nos atacaran ferozmente, que en el menor de los casos, solo nos llevaremos un susto.

Del año 2009 al 2014 se reportaron en todo el mundo, 700 muertes humanas causadas por cocodrilos, mientras que en el 2016 la cifra llegó a 1,000. En Tabasco han sido varios los ataques de los que nos hemos enterado, con mordidas y algunos miembros arrancados, pero pocos casos mortales, de hecho, no se tiene una cifra exacta. Estos ataques, al igual que el de Tamaulipas, han ocurrido a personas que se acercan a la laguna a lavar ropa, pescar o bañarse, generalmente a gente en situación de calle.

Es muy común que cuando sale un cocodrilo a tomar el sol y abre sus mandíbulas para regular su temperatura, todos queramos sacarle una buena foto o una selfie, también he visto que las personas les ofrecen comida o los atraen y estos animales se acercan a las orillas, mientras son admirados por todos, actividades que son muy riesgosas, hay que tener en cuenta que estos animales son muy ágiles y pueden llegar a saltar hasta 1.5 metros. Además, no es que el animal sea amigable, sino que de seguro está identificando a su posible presa.

PROPUESTA

¿Debemos tener miedo a los cocodrilos de la laguna de las ilusiones? Más miedo hay que tenerle a los lagartos que hay a menos de un kilómetro de la laguna, en el Ayuntamiento de Centro, que por cierto, hablando de las autoridades, al menos deberían implementar campañas con la colocación de carteles o señalamientos visibles para alertar a las personas del peligro, eso sí, carteles que no cuesten millones de pesos, hay imprentas que tienen precios muy accesibles.  Reubicarlos o sacrificarlos no es una opción a como muchas personas comentaron, tenemos que aprender a convivir y respetar a todos los animales.

La integridad y seguridad de las personas es primero, eso sin duda, pero tenemos que ser responsables y pensantes, el cuidado es personal, recordemos que al final de todo son animales salvajes. La implementación de guardaparques y vigilancia también hace falta, así como bordes, mallas o muros en varias zonas de la laguna que sí están muy desprotegidas, por ejemplo, la parte del Vaso Cencali debajo del MUSEVI y la zona de “La Mujer Ceiba”, donde hay unas escaleras que bajan hacia la laguna y que utilizan los cocodrilos para asolearse, medidas que hay que tomar sin afectar el desarrollo y actividades naturales de estos animales. Personal de protección ambiental y protección civil deberían salir, observar, analizar y tomar las medidas necesarias para solucionar esta problemática. Trabajo hay mucho por hacer y mejorar, se necesita gente comprometida, responsable y con ideas. Un llamado a los directivos correspondientes. Debemos evitar que algo similar a lo que pasó en Tamaulipas ocurra en nuestra ciudad.

En conclusión, los cocodrilos no atacan solo por ser cocodrilos. Muchas veces somos más animales las personas que los animales.

DESTACADO

Del año 2009 al 2014 se reportaron en todo el mundo, 700 muertes humanas causadas por cocodrilos, mientras que en el 2016 la cifra llegó a 1,000. En Tabasco han sido varios los ataques de los que nos hemos enterado, con mordidas y algunos miembros arrancados.

EL DATO

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No atacan solo por su naturaleza, sino porque defienden su espacio al sentirlo invadido

El moreletti y el acutus son las especies que habitan en Tabasco

Estos animales son muy ágiles y pueden llegar a saltar hasta 1.5 metros