Los ministros de Finanzas de los países del G20 acordaron este sábado un impuesto mínimo a nivel global de 15% para las grandes empresas, confirmó el ministro alemán del sector, Olaf Scholz.
“Es un gran momento histórico”, dijo Scholz. “Los países del G-20 han acordado ahora que quieren pactar entre sí un nuevo orden fiscal internacional“.
En un mensaje en Twitter, el ministro alemán señaló que llegó el momento de que las grandes corporaciones dejen de evadir sus obligaciones tributarias.
“Eso es por lo que he luchado durante mucho tiempo. Ahora es el momento de implementarlo para que el impuesto pueda entrar en vigor a partir de 2023“, aseguró.
En una declaración conjunta, los ministros señalaron que “después de muchos años de discusiones y aprovechando el progreso alcanzado el año pasado, hemos logrado un acuerdo histórico sobre una arquitectura tributaria internacional más estable y más justa”.
Janet L. Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, aseguró tener muchas esperanzas de que, con el creciente consenso, estamos en el camino hacia un régimen fiscal que será justo para todos nuestros ciudadanos.
“Veo este acuerdo como algo bueno para todos nosotros, porque como todos saben, desde hace décadas, la comunidad mundial, incluidos los Estados Unidos, hemos estado participando en esta competencia fiscal internacional contraproducente”, agregó.
Hasta 131 países han alcanzado un principio de acuerdo para imponer un impuesto de sociedades común del 15% como mínimo y garantizar que las grandes empresas paguen los impuestos donde generan sus ventas para evitar que se tribute en un país distinto de donde se genera el negocio y pagar así menos impuestos.
Esta decisión afectará a empresas como Amazon y Facebook, las cuales han sido criticadas por pagar menos impuestos de lo que realmente les corresponde.
El acuerdo es un nuevo impulso para el plan firmado por los líderes de las principales economías del G7 en Cornualles hace un mes.
El canciller del Reino Unido, Rishi Sunak, elogió el acuerdo como “histórico”, y agregó que garantizaría que “el sistema fiscal global sea adecuado para su propósito en la era digital”.