Encuentran ofrenda con sellos prehispánicos

Arqueólogos hallan en la alcaldía Azcapotzalco una ofrenda con sellos prehispánicos que artesanos utilizaron para timbrar piel humana, telas y cerámica, además registraron un entierro de un infante de cuatro años y figurillas de la diosa Cihuacoatl degollada.

Los hallazgos son parte del trabajo de salvamento arqueológico realizado en el inmueble número 5 de la calle Tizoc, colonia Centro, de dicha demarcación de la Ciudad de México, donde se construirá un edificio.

“Dimos con el hallazgo de unidades arquitectónicas a base de tierra, adobes y de apisonado de tierra entre las que encontramos un entierro de un infante con dos vasijas asociadas, pero de los hallazgos más importante fue una ofrenda de sellos y encontramos muchas figurillas de una sola deidad. Todos los datos nos indican que ese lugar era de artesanos”, señala a Crónica la arqueóloga Alejandra González López.

Los vestigios datan del periodo Azteca II y Azteca III Temprano, es decir, del año 1150 al 1455, y se dieron a conocer este miércoles en la presentación de la Revista Azcapotzalco.

–¿Cuál era la función de los sellos?

–En ningún lugar se habían encontrado tantos sellos y no había ocurrido en contexto de ofrenda. Las fuentes manejan que eran para marcar la piel, telas, cuero, madera y cerámica, entonces los hay de varios tipos: planos y semi curvados, estos últimos más fáciles de embonar en el brazo, pierna o alguna parte del cuerpo. Es muy probable que cuando se hicieran ciertos rituales tal vez ellos se sellaran, como una especie de “tatuajes temporales”.

Los sellos se colocaban con algunos minerales molidos como óxidos de hierro y carbón, y con algunas plantas en combinación con aceite de chía, añade la arqueóloga del INAH.

–¿Tienen marcas de uso constante?

–Los sellos que ofrendaron no los usaron, de hecho, todos tienen errores. Por ejemplo, hay algunos que al momento de hacerlos, la arcilla estaba fresca y como no les gustó, los hicieron bolita y se quedó así ofrendado. Casi todos los ofrendados no parecen ser el producto final, por eso también creemos que es una ofrenda de artesanos. Los artesanos ofrendaron su proceso productivo como parte de un agradecimiento.

“Planteo que si encontramos muchos es porque sí se usaban, no tenemos una evidencia como tal pero apareció un fragmento de arcilla que lo hicieron como una gordita o tortilla y ahí imprimieron el sello, me imagino que fue una manera de ver si el sello ya estaba bien para cocerlo”.

Alejandra González López platica que también hallaron un fragmento de hueso largo (tibia humana) con la punta tallada que cabe en varios huecos que forman los diseños de los sellos. En otra excavación, encontraron agujas que quizá pudieron funcionar para quitar el excedente de la arcilla fresca.

–¿Qué diseños tienen los sellos?

–Tenemos formas que son rectangulares y el diseño viene adentro, hay otros en que la pieza está recortada al borde del diseño y los mangos son diferentes, algunos son trapezoidales, otros cónicos y sólo dos piezas son huecas y tubulares con orificios como para sonajas.

“En cuanto a los diseños se repite un mono danzando con el estómago abultado y en excavación salieron dos paneles que se dividen, de un lado el Sol y del otro se ve una especie de serpiente. También hay lagartijas, rombos y una flor abierta”, indica.

En otro punto del predio, la arqueóloga encontró fragmentos de figurillas asociadas a Cihuacoatl.

“No encontramos ninguna completa, es común que se encuentre degollada, en este sentido, Cihuacoatl es una de las deidades más importantes en Azcapotzalco, es como una de las diosas madres, tiene que ver con el rumbo de la mujer, fue muy importante que estuvieran orientadas al oeste su cabeza porque es el rumbo de la mujer”, destaca.

Entre los hallazgos destacan los restos de un infante de quien no se pudo determinar su sexo debido a que los huesos estaban muy deteriorados, pero lo que antropólogo físico Arturo Talavera sí observó fue que su edad era de cuatro años y que padecía sífilis, enfermedad que seguramente provocó su muerte.

El detalle de estos hallazgos se pueden leer de manera gratuita en la edición número 2 de la Revista Azcapotzalco que está dedicada a la arqueología de esa alcaldía en la CDMX: https://issuu.com/revistaazcapotzalco.hayl

Horno y bancos de arcilla de artesanos

La arqueóloga plantea que cerca del predio Tizoc 5 existió un horno y bancos de arcilla.

“Creemos que el horno estaba muy cerca, muchas veces cocían las piezas al aire libre y al parecer estos espacios estaban cerrados porque tenemos los muros, entonces si pensamos que había un patio abierto seguramente ahí estaba el horno y es posible que esté en un predio vecino”.

Sobre los bancos de arcilla, fuentes aseguran que estuvieron en Santa María Malinalco, una colonia aledaña, donde antes era orilla de un lago.

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