El régimen de Cuba expresó este lunes su agradecimiento por el envío de 88 toneladas de ayuda humanitaria de Moscú por orden directa del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El secretario de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, aseguró en un tuit que el gesto del Gobierno ruso es un «símbolo de las excelentes relaciones de amistad y solidaridad que unen a nuestros países hermanos».
La ayuda humanitaria, que llegó a la isla caribeña la noche del domingo en dos aviones rusos An-124, consta de alimentos, equipos de protección individual y más de un millón de mascarillas, según la información oficial de Moscú.
La ayuda llega en un momento crítico para Cuba, que está sumida en una grave crisis económica y sanitaria.
El país sufre una severa escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, lo que ha generado un creciente malestar que estalló el pasado 11 de julio en una oleada de protestas ciudadanas en diferentes localidades de toda la isla.
Además, enfrenta el tercer y peor rebrote de la pandemia de covid-19, batiendo cada semana máximos de casos y fallecidos, lo que lo sitúa en este momento como uno de los países con mayor incidencia de la enfermedad.
Cuba y Rusia han dado un impulso a su relación bilateral para restablecer la estrecha cooperación que mantenían antes de la desaparición de la Unión Soviética (URSS) en 1991.
Ambos países han suscrito en los últimos años nuevos acuerdos de cooperación económica y en 2014 Rusia condonó el 90 % de la deuda contraída por la isla y valorada en 35.300 millones de dólares.
RECHAZÓ CORREDOR HUMANITARIO DE OCCIDENTE
El 11 de julio, día de las protestas antigubernamentales en Cuba, el régimen, a través del mismo canciller Rodríguez, rechazó llamados desde Occidente de establecer un corredor humanitario en la isla ante la grave situación de la pandemia.
El reponsable de Exteriores cubano aseguró entonces que esta sugerencias se hacían de manera «malintencionada» y que estos son «conceptos y términos que se dan en conflictos armados y de violaciones de los derechos humanos» algo que, sentenció, no ocurre en la isla.