Esta criatura se encuentra entre los animales en peligro de extinción, se llama delfín rosado (Inia geoffrensis) es amistoso, social y curioso por naturaleza. Es el más inteligente de todas las especies de delfines de río.
También conocido como Boto, Tonina o delfín del Amazonas, debido a que vive en el río del mismo nombre, aunque también habita en las cuencas de Orinoco y la parte alta del Río Madeira en Bolivia.
Es el más popular de las cinco especies de delfines que habitan en los ríos debido a su inusual color, además de ser la especie más grande.
Según la tradición amazónica, el Boto es un encantador, una criatura mágica que a veces adopta forma humana y emerge del río para seducir a hombres y mujeres y conducirlos a su ciudad encantada bajo el agua. Se dice que se hace pasar por una persona que lleva sombrero para ocultar el espiráculo y la frente bulbosa.
¿Cuál es la razón por la que la piel del delfín rosado se torna rosada?
La razón por la que son rosados es desconocida, podría ser una adaptación a la vida en el río, la temperatura o por la presencia de capilares cerca de la superficie de la piel.
Aunque, la teoría más acertada es que la coloración rosada la adquieren con el tiempo. Al nacer y en su etapa de juventud son grises, en la adolescencia gris claro y en la adultez se tornan rosados como consecuencia del desgaste de su piel.
También, se dice que la mayoría de las hembras son grises y los machos son rosados debido a las cicatrices.
¿Tiene parentesco con el delfín de mar?
No tienen parentesco directo con los delfines de mar ya que provienen de distintas familias y el delfín rosado se separó de sus ancestros oceánicos hace unos 15 millones de años durante el mioceno.
Los delfines de río son más pequeños, tienen el hocico más largo y dientes más puntiagudos (contienen hasta 28 pares de dientes afilados en cada lado de su mandíbula). Incluso, tienen lo que se asemeja a los dedos en los extremos de sus aletas y su aleta dorsal es mucho menor.
La mayoría de las especies de delfines de río son casi ciegos, por las aguas turbias en las que navegan; pero, se considera que el delfín rosado tiene una visión relativamente buena.
Es el más inteligente de todas las especies de delfines de río, con una capacidad cerebral 40 por ciento mayor que la de los seres humanos.
Se alimentan de 43 especies de peces diferentes, entre ellos se encuentran: el pez gato, pirañas, corvinas y tetras. También, consumen cangrejos y tortugas pequeñas.
La mayoría del tiempo los delfines rosados se mantienen nadando mirando hacía el fondo en busca de alimento, estos pueden viajar hasta 30 km al día. Sus vertebras cervicales no se encuentran fundidas por lo que les permite mover la cabeza hasta 180 grados, siendo una ventaja para cazar en aguas poco profundas y en las llanuras inundadas.
Pueden llegar a medir hasta 2.50 m de largo y pesar alrededor de 200 kg, cuando están totalmente desarrollados. Respiran cada 30 a 110 segundos y lanzan un chorro de agua de hasta 2 metros de altura por el orificio dorsal.
¿Se podría extinguir pronto el delfín rosado?
Los delfines de río se encuentran entre las especies en mayor peligro de extinción entre todos los cetáceos del mundo. Los delfines rosados conforman la mayor población de delfines de río que existe porque las otras cuatro especies -en el Ganges (India), el Indo (Pakistán), el Yangtse (China) y en el Río de la Plata (entre Argentina y Uruguay)- están extintas o también peligra su supervivencia.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasificó al delfín del río Amazonas como especie amenazada vulnerable y recientemente fue clasificado como especie amenazada en peligro.
Cerca de las minas de oro, donde el mercurio se utiliza como parte del proceso de extracción, el aumento en los niveles de contaminación en el río es notable y destructivo, ya que ha incrementado el número de muertes del delfín rosado.
La destrucción acelerada de la cuenca del Amazonas los ha puesto en peligro en varias ocasiones, al igual que la pesca y la tala de arboles acelerada. Además, el tráfico del río es otro gran problema, ya que al ser entes curiosos se acercan a los barcos donde son afectados por las hélices.
Por otra parte el ruido producido por motores, máquinas y contaminación acústica, resulta desconcertante para los sistemas de navegación de los delfines rosados, causándoles la muerte a muchos de ellos.