En cuestión de horas Eduardo Arellano Félix alias “El Doctor” abandonará el penal de baja seguridad de Pennsylvania, en Estados Unidos, para ser deportado a México el 23 de agosto, día en el que todo apunta a que al no existir alguna orden de aprehensión en su contra por las autoridades mexicanas por delincuencia organizada, tráfico de drogas, secuestro, entre otros delitos, tendría vía libre para retornar a su vida de opulencia y lujos juntos con su familia, destaca un reporte del Semanario Zeta, que sigue el caso de este miembro del Cartel de la familia Arellano Félix.
Eduardo Arellano Félix fue capturado en su residencia de Tijuana, Baja California, por agentes federales el 30 de octubre de 2008, al ser señalado como objetivo clave del Cartel de los Arellano, aunque al momento de su aprehensión dijo llamarse Samuel Bracamontes Flores.
Cuatro años después de su detención, “El Doctor” fue entregaron en extradición a EU el 31 de agosto de 2012 y desde aquel día (a nueve años de distancia) no ha pisado territorio mexicano.
Después de investigaciones en su contra como miembro del clan de los Arellano Félix, a Eduardo le fueron decomisados bienes valuados en 50 millones dólares en Estados Unidos. Al terminar su proceso judicial en suelo estadounidense fue condenado a 15 años de prisión el 19 de agosto de 2013, en la Corte Federal para el Distrito Sur de California, donde se le imputó únicamente por dos de los siete cargos que pesaban en su contra: lavado de dinero y conspiración para el uso de ganancias ilícitas.
Eduardo Arellano Félix sólo purgó nueve años en el penal estadounidense, porque le tomaron en cuenta la información que proporcionó y los casi cuatro años en los que estuvo preso en México.
De acuerdo con el Semanario Zeta, el Cartel de los Arellano Félix ejecutaba a quien daba información a los gobiernos sobre sus actividades, pero Eduardo y su hermano Javier recurrieron a esta acción para anticipar su libertad.
Eduardo estaba preso en el penal de baja seguridad de Pennsylvania previo a la fecha de su liberación marcada el miércoles 18 de julio de 2021, en una sentencia pública que incluyó deportación al concluir la pena privativa de la libertad.
En la página Localizador de Reclusos del Buró de Prisiones Federales de EU, su nombre, bajo el número de expediente 04117-748-, reveló durante años la “fecha de su liberación”, pero dos días antes, el 16 de julio, la página cambió para el “08/18/2021” con la leyenda “desconocida”.
Anticipándose a cualquier acción judicial desde México, los abogados en México de “El Doctor” iniciaron trámites para conocer si existía alguna orden de captura contra su cliente, por lo que presentaron una demanda de amparo en un Juzgado federal de la Ciudad de México el 4 de junio de 2021, señalando como actos reclamados “órdenes de aprehensión (detención), y/o reaprehensión y/o comparecencia y/o presentación, así como su ejecución”, lo que fue radicado en el expediente de amparo 474/2021.
Asimismo, el 9 de julio presentaron otra demanda de amparo en contra de similares actos de autoridad: “orden de aprehensión (detención) y/o reaprehensión y/o comparecencia y/o presentación forzosa”, ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México (juicio de garantías 638/2021). En ambos asuntos le ha sido negada la suspensión definitiva, pues hasta el momento ninguna autoridad señalada como responsable, es decir, jueces federales de Baja California, Estado de México o CDMX han contestado en sentido afirmativo sobre la existencia de una orden de captura contra Eduardo Arellano Félix.
Si nada extraordinario ocurre en las próximas horas, “El Doctor” recobrará su libertad el lunes 23 de agosto, fecha programada hasta ahora para su deportación, lo que ocurrirá por el puerto fronterizo de Matamoros, Tamaulipas, que es una zona controlada por los cárteles del Golfo, Los Zetas y el cártel del Noroeste y las células criminales identificadas como Los Ciclones y Los Escorpiones.
Si antes del 23 de agosto la Fiscalía General de la República (FGR) no integra algún expediente en su contra, Eduardo Arellano podrá cruzar libremente caminando la frontera para regresar al cobijo de su familia y de los miles de millones de dólares que el clan ha fraguado a través de actividades criminales en que han participado por 45 años, ante el amparo de las autoridades federales que no han hecho nada por investigar si existe “discrepancia fiscal” entre lo que “ganan” y lo que “gastan y poseen”, y mucho menos por enriquecimiento ilícito. Los inmuebles que se les aseguraron a los hermanos Arellano Félix detenidos tampoco han sido impactados por acciones de extinción de dominio, a pesar de que el artículo 22 de la Constitución Mexicana contempla esta medida. El Ministerio Público federal tampoco ha ordenado investigar la acreditación de legítima procedencia de los bienes patrimoniales de la familia.