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La especialista en el tema dividió su conferencia en tres subtemas: desarrollo del lenguaje, terapia de juegos, y técnicas expresivas
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Tabasco continuó este jueves con sus conferencias virtuales coordinadas por la Dirección de Atención a Personas con Discapacidad (DAPD), donde hoy se abordó el tema “La importancia de la terapia de juego para el desarrollo del lenguaje”, a cargo de la psicoterapeuta infantil Angélica López Castro.
La coordinadora general del organismo de asistencia social, Celia Margarita Bosch Muñoz, se encargó de abrir los trabajos de la jornada, en cuyo marco todos los jueves se ofrecen conferencias que respaldan el desarrollo, la educación y el crecimiento de personas que tienen alguna discapacidad, especialmente niñas y niños.
“Sin duda, a través del juego todas las niñas y niños pueden desarrollar habilidades que les permitirán expresarse de manera más sana, respetuosa y enfática para que puedan desarrollarse con otras personas de manera positiva”, aseguró en su mensaje poco antes de iniciar la conferencia virtual, transmitida por redes sociales.
“Me da mucho gusto participar este día en la conferencia y agradezco a Angélica López Castro que sea la encargada de disertar tan importante tema para el bienestar de niñas y niños con alguna discapacidad”, subrayó Bosch Muñoz.
En su ponencia, la maestra en psicoterapia infantil distribuyó en tres grandes temas la conferencia “La importancia de la terapia de juego para el desarrollo del lenguaje”: desarrollo del lenguaje, terapia de juegos y técnicas expresivas, en los que ofreció las principales acciones que se realizan para apoyar un desarrollo equilibrado de niñas y niños.
Dijo que desde el nacimiento hasta los tres de meses de edad, los bebés sientan las bases de la comunicación utilizando ruidos biológicos para demostrar hambre, dolor e incomodidad; el arrullo y la risa se hacen cada vez más frecuentes; el bebé aprende a reconocer a detalle el rostro de su madre; y los padres conocen los juegos que le gustan.
López Castro explicó que alrededor de los seis meses, el bebé comienza a producir sonidos más elaborados llamados balbuceos, asociados fundamentalmente a sonidos de las consonantes; y participa en el juego simple con los padres para desarrollar el lenguaje de manera natural aprendiendo a sincronizar sus acciones con el otro.
En presencia de la directora de DAPD, Elena Manzanilla Fojaco, señaló que en el cuarto trimestre de 9 a 12 meses, el niño ya es capaz de repetir verbalizaciones silábicas que ya están en su repertorio fonético; y ya cuenta con de cuatro a diez palabras básicas usuales en función al medio en que se relaciona, y utiliza mucha jerga.
Mencionó que en el cuarto año de su vida, los niños son capaces de entender enunciados más complejos y producir enunciados simples de cuatro elementos o más; desarrolla el juego simbólico y el de roles, y los padres empiezan a dejar de ser sus compañeros favoritos y se va abriendo cada vez más a otros niños de su edad.
La también asesora de programas académicos en el tema indicó que entre los cinco y siete años de edad, su lenguaje es muy completo, y consta de unas 2 mil 200 palabras a los cinco años y 2500 a los siete años; tiene habilidades para interactuar con otras personas; y aquí es donde se dan las amistades duraderas y se hace de sus “cuates”.
Respecto a la terapia de juegos, aseveró que el juego es la forma que adopta en el niño la improvisación dramática; a través del juego somete a prueba a su mundo y aprende sobre de él y, por lo tanto, es esencial para su sano desarrollo; y es su forma de auto terapia, mediante la cual a menudo se resuelven confusiones, angustias y conflictos.
La ex directora del Centro de Atención Temprana explicó que existen varios tipos de técnicas dentro de las terapias, como las expresivas, que son las que permiten expresar lo no expresado y son las que se usan mayormente en los niños con problemas de comunicación.
Detalló que con esa técnica, el paciente es capaz de expresarse a sí mismo y le permite ser él mismo dentro de la terapia. “Al tomar el riesgo de ser él mismo, no importarán los patrones que tiene, y de esa forma aprenderá que la expresión de sí mismo es muy reconfortante para el contacto real con otras personas”, puntualizó.
