Seis dragas trabajan en el río González que, al desbordarse cada temporada de lluvias, pone en riesgo la cosecha, principal actividad económica y alimento de los habitantes de esta zona del estado
Francisco Uribe/Joel Rubio
Tucta, Nacajuca
Es casi medio día, el sol cae a plomo en esta comunidad indígena, en donde desde las primeras horas de la mañana un grupo de trabajadores de un particular, contratado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), realizan un estudio hidrológico del río González, porque en unos días más pasarán las dragas marinas para extraer el sedimento que tiene azolvado a este importante afluente.
Aquí, las inundaciones se han presentado siempre, no son algo nuevo. Los chontales poseen conocimiento sobre el comportamiento del agua, pero cada vez es más difícil asegurar cuándo lloverá o en qué momento se desbordará algún cuerpo acuático, según cuentan los más viejos pobladores.
Por eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien conoce el territorio de la Chontalpa como la palma de su mano giró instrucciones a finales del 2020 a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para emprender un plan de dragado de los ríos de Tabasco, entre ellos el González, con el fin de salvar más de 20 mil hectáreas de tierras dedicadas a la actividad agrícola y ganadera.
Según Conagua, el río González capta las aguas de los vasos ubicados al noreste de Nacajuca y de las lagunas Juliá y Santa.
El director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Felipe Irineo Pérez, informó que desde hace una semana hay seis dragas realizando trabajos en los 43 kilómetros del citado afluente.
Desde el territorio chontal, a diez metros sobre el nivel del mar, los pobladores de Nacajuca, Tabasco, avistan el cielo grisáceo de la lluvia que se avecina. Y si no son tan fuertes, tendrán la suerte que sus tierras no quedarán bajo el agua.
—Para mí significa mucho porque es algo que estás cultivando. Cultivar es algo bonito porque me gusta cómo se da en la tierra. Pero las inundaciones nos perjudican mucho. Apenas llueve se inunda acá. Antes no, pero ahorita sí; con un día que esté lloviendo fuerte, con una noche, se llena de agua.
Dicen don Ismael Bautista que cuando es tiempo de cosecha en Tucta, la mitad de la producción es destinada al autoconsumo y el resto se comercializa localmente. Pero si en los cultivos el agua llega hasta las rodillas, como sucede cada vez con más frecuencia, se estropea la cosecha. La soberanía alimentaria de estas comunidades corre peligro.
La milpa se inunda frecuentemente: plantas de maíz, frijol, calabaza, yuca y chile se ahogan. Cuenta don Ismael que, tan solo en Tucta, al menos 500 hectáreas de cultivos quedaron bajo el agua entre octubre y noviembre del 2020. En la misma situación se encuentran otras 25 comunidades chontales habitadas por 24 mil 541 personas. No hay registros que muestren con exactitud cuál es la pérdida de cultivos en todo el territorio, pero los pobladores señalan que son cientos de hectáreas.
En la década de 1980, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador inició su trayectoria política en los pueblos chontales. En noviembre de 2019, casi un año después de la toma de protesta de López Obrador, las comunidades enviaron a presidencia y a las autoridades estatales una solicitud de construcción de un bordo.
El documento está firmado por catorce delegadas y delegados municipales que presentan sus nombres para constatar lo que en cada uno de sus pueblos hablan y acuerdan entre sus habitantes. Lo han recibido y sellado el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Ayuntamiento de Nacajuca.
LOS FAMOSOS “ROMPIDOS”
Hacia 1675, cuando los habitantes de la Chontalpa sufrían los continuos embates de los piratas ingleses que saqueaban los poblados, decidieron desviar el río Mezcalapa, porque entraban navegando por ahí, y en ese año se realizó el primer “rompido” denominado Nueva Zelandia, que consistió en la desviación del río Mezcalapa hacia el oriente, para unirlo con el río Grijalva cerca de Villahermosa.
Doscientos años después, en 1881, se originó el segundo, el “rompido” Manga de Clavo, que tuvo el objetivo de reducir las inundaciones que se generaban en la ciudad de Villahermosa, como resultado de la primera modificación. En 1904, se llevó a cabo el tercer “rompido”, que consistió en la construcción de un pequeño dren de aproximadamente 5 metros de anchura, cuyo propósito era drenar el agua de un terreno bajo, ubicado actualmente en Tierra Colorada. Como consecuencia de la construcción de este dren, el río Carrizal cambió su curso, formando el actual río La Pigua.
En el año de 1932 se produjo el “rompido” de Samaria. El cual se originó por la desviación de las aguas del Mezcalapa hacia su margen izquierda, generando de esta manera el río Samaria. Esta obra permitió que el volumen destinado al río Carrizal disminuyera y, por ende, se redujera el peligro de inundación para la ciudad de Villahermosa. Sin embargo, trasladó el problema hacia la región de la Chontalpa Central, inundando lo que se conoce como la Olla de la Chontalpa, que afecta a los municipios de Jalpa, Nacajuca y Cunduacán, además de una superficie agrícola de unas 20 mil hectáreas.
En 1940 se produjo el “rompido” de Cañas, que formó al río Cañas, que integra las aguas que salen del “rompido” de Samaria hacia el río González. Y hacia 1952 se produjo el “rompido” del Veladero, que afectó zonas de los municipios de Cárdenas y Comalcalco.
DRAGADO EN MARCHA
Estudio hidrológico del río González
Esto tiene como objetivo definir exactamente el cauce de una cuenca hidrográfica y sus características físicas. Luego, se realiza un estudio hidráulico del cauce para obtener los perfiles transversales y los puntos donde existe algún elemento especial, como bien podría ser un vado o un estrechamiento del cauce. Para conseguirlo, se realizan trabajos de campo.
- 6 dragas trabajan en el lugar
- 43 km de desazolve
- 2022 terminarán trabajos
- 20 mil hectáreas agrícolas salvarán de futuras inundaciones.
Fuentes: Conagua, historiadores
Se limpiarán más de 40 kilómetros para que el agua fluya sin problemas en temporada de lluvias
Los trabajos son parte del compromiso hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador
Trabajadores contratados por la Conagua, realizan estudios previo al paso de las dragas por esta zona de la Chontalpa