Como parte de su cruzada a favor de un Tabasco Femenino, este miércoles el Instituto Estatal de las Mujeres llevó a cabo el conversatorio sobre la “Ley de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia”, que tuvo como ponente a la abogada Ari Edith Herrera de los Santos.
La profesionista del Programa de Apoyos a Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) informó que esta normatividad establece la coordinación interinstitucional para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, así como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia.
Enfatizó que los principios rectores que dan vida a la legislación parten de la igualdad jurídica entre hombres y mujeres, el respeto a la dignidad humana, la no discriminación, la libertad de las mujeres, y su acceso a la justicia pronta y expedita.
Añadió que la Ley de Acceso define por primera vez los tipos de violencia en psicológica, física, económica, patrimonial y sexual, para advertir que la violencia no necesariamente produce lesiones físicas a la mujer.
En el ejercicio transmitido a través de las redes sociales, con la participación de la directora de Fortalecimiento Municipal del IEM, Iliana Guadalupe Vadillo Torres, Herrera de los Santos destacó la importancia de conocer a profundidad una ley que ha sido objeto de diferentes reformas para ir adaptándola a los contextos actuales.
Refirió que las modificaciones más recientes se aprobaron en junio de 2021, e incorporaron nuevos conceptos en materia digital y mediática no sólo a la ley, sino también al Código Penal Federal.
Como resultado de ese proceso legislativo, se reconoció la violencia que opera mediante redes sociales y plataformas digitales, y al mismo tiempo se establecieron medidas para castigar las prácticas que vulneran la privacidad e intimidad sexual de las personas, pero en especial de las niñas y mujeres.
De este proceso, puntualizó la especialista, surgió la llamada Ley Olimpia nacional, que tiene que ver con cambios para combatir la problemática de la viralización de contenidos sexuales sin consentimiento de las personas participantes, y el cual, concluyó, se considera un parteaguas en el reconocimiento de otros tipos de violencia digital contra la mujer.