El Gobierno del Estado que encabeza Carlos Manuel Merino Campos, reafirmó su apertura permanente al diálogo, la mediación y conciliación laboral, para coadyuvar al correcto desarrollo de la Refinería Dos Bocas, uno de los proyectos estratégicos nacionales más importantes que construye el Gobierno Federal en Tabasco.
Ante los hechos ocurridos en una de las áreas en construcción de la refinería, Juan Carlos Castillejos Castillejos, vocero institucional y Secretario Técnico y de Seguimiento Gubernamental, afirmó que el Gobierno del Estado mantiene puertas abiertas y total disposición para atender cualquier conflicto por la vía del diálogo y las instancias institucionales.
Puntualizó que la Administración Estatal es garante de los derechos laborales y sindicales de los trabajadores, siempre con apertura a recibirlos, escucharlos y conciliar en una mesa de trabajo, sin chantajes, violencia o intento de presionar una relación laboral fuera de un contrato legal.
Aseguró que el Gobierno Federal como responsable de la obra, siempre ha respetado todos los compromisos laborales con las empresas y los sindicatos representados.
En este sentido, exhortó a los trabajadores inconformes a recurrir a las vías legales e institucionales para hacer valer sus derechos.
No obstante, Juan Carlos Castillejos, consideró que el conflicto entre sindicatos con una empresa, no debe afectar el desarrollo de un proyecto importante para el país, ni poner en riesgo la generación de más de 22 mil empleos.
Confirmó que el resguardo de las instalaciones del nuevo complejo de refinación está a cargo de la Secretaría de Marina (Semar), donde el Gobierno del Estado coayduva en la prevención del orden y seguridad.
El Secretario Técnico y Seguimiento Gubernamental, recordó que el gobernador Carlos Manuel Merino Campos, presentó una Iniciativa con Proyecto de Decreto, para enajenar a título gratuito un predio que se encuentra en el municipio de Paraíso, Tabasco, que pertenece al Gobierno del Estado a favor de la Secretaría de Marina.
La donación del predio de poco más de 26 hectáreas, es a solicitud de la SEMAR para establecer en la zona una base de operaciones, que atienda fenómenos naturales y sociales ligados a la protección del proyecto estratégico de la Refinería de Dos Bocas.