Por labrado en miniatura, es galardonado Alfonso Isidro en concurso del Fonart

Tras labrar una trayectoria artesanal de más de 25 años, en la que sus manos tienen la fuerza y habilidad para el tallado en madera y hacer con ellas desde imágenes religiosas hasta representaciones de tradiciones en miniaturas, Alfonso Isidro Martínez, consiguió el Tercer Lugar en el Concurso de Nacimientos Mexicanos convocado por Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart)

Alfonso Isidro nació hace 37 años, en la ranchería San José Pajonal, Nacajuca, lugar desde donde se nutrió de las tradiciones que heredó del pueblo Yokot’an y de las que, recalca, es la cultura con la se siente comprometido a difundirla, a través de su trabajo artesanal y piezas artísticas.

Un ejemplo de su trabajo, es la máscara que usa para el tradicional Baila Viejo, que él además de hacer esta pieza y pintarla con pigmentos naturales, dice orgullosamente, la porta para danzar.

“Creo que me define mucho (la máscara de Baila Viejo), porque yo lo bailo prácticamente, desde muy joven; yo lo trabajo y siento que esta parte, además de lo que yo lo sé danzar, también la elaboré”, refiere, el artista que también durante todo este tiempo ha recibido el apoyo invaluable del Instituto de Fomento a las Artesanías de Tabasco, (IFAT).

Alfonso Isidro también ha labrado varias máscaras que se usan para la danza de David y Goliat, por lo que, dice, forma parte de su labor de rescate y difusión de la cultura chontal.

“Trabajo lo que es el rescate de la cultura o la tradición chontal, creo que está en mis manos rescatarla y difundirla. Yo creo que como artesano tengo el compromiso de que esto no se acabe. Es parte de nuestra identidad”, puntualiza.

Pero, la destreza que tiene en sus manos para el labrado y marcado en madera, en miniatura, es con lo que orgullosamente ha elaborado una gran cantidad de obras de arte.

Son estas obras en las que Alfonso Isidro ha marcado su originalidad al labrar piezas únicas en diseño y todo un trabajo de tallado en madera dura, en la que se distingue un trabajo tridimensional, como fue el conjunto de piezas con la que ganó el tercer lugar en el certamen nacional de FONART y que actualmente exhibe ese Instituto.

Otra obra de miniatura similar, que recién elaboró, es la representación de una cacería de lagarto, tal como se lo narraron los ancianos de su familia como un episodio de las actividades que fueron tradicionales entre el pueblo Yokota’n.

“Esta pequeña miniatura en madera, está hecho en madera de pimienta. Yo creo que esto es básicamente lo que me dicen, que hay una diferencia entre lo artesanal y culturalmente que hacer una pieza. Esto ya es prácticamente no es artesanía, sino esto es prácticamente es artístico lo que se hace”, explica Alfonso Isidro.

Para haber llegado a estos resultados artísticos, Alfonso Isidro reconoce lo determinante que ha sido en su carrera la formación que le dio, desde que era un adolescente, Baltazar Hernández, otro artesano de Nacajuca que también es reconocido a nivel nacional por sus trabajos artísticos de labrado.

Del maestro Baltazar, dice sentirse privilegiado tanto de haber sido su discípulo en formación, como de haber participado con él en grandes obras de murales y grabados en madera, como son las que embellecen la iglesia de San Francisco de Asís, en Jalpa de Méndez.

“Puedo también decir que yo trabajé con el maestro Baltazar Hernández, uno de los maestros súper reconocidos a nivel nacional y al nivel internacional. Yo tuve el privilegio de trabajar a las puertas de la Iglesia de Jalpa”, comenta el artista de origen indígena chontal.

“Colaboré con él desde la puerta de la iglesia del cancel, la última cena, la parte de arriba que lo ven. Yo tuve el privilegio de trabajar con él igual la cruz bizantina que está en medio, donde está la cúpula”, precisa.

Sin duda alguna, dice, también se siente orgulloso de contar con la herencia de las tradiciones de los pueblos chontales, a través de la narrativa de su familia, que es a lo que llama su ADN cultural que, sumado a la formación que recibió para el tallado, obtiene la creatividad para rescatar la cultura yokota’n.

“Yo siento que de mi mano están y también difundir todo este tipo de trabajo que se hace entonces yo recuerdo muy bien y lo practico siempre que esto siento, que yo lo traigo desde mi ADN, porque mi abuela igual fue artesana, elaboraba sus utensilios de cocina y yo siento que esa parte me recuerda siempre que esto no se debe de perder, y ésto es mi ADN chontal. Y aquí estoy”, expresa modestamente.

Por ese compromiso, Alfonso Isidro recibió también el reconocimiento como Gran Maestro en el Concurso Estatal de Artesanías que realizó este año el Instituto para el Fomento de las Artesanías de Tabasco (IFAT).

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