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Para demostrar a las nuevas generaciones cómo se celebra el día de muertos en la cultura Yokot’an Maya, la emprendedora Vianey Rodríguez Torres anunció la realización del Ujuliba Pixán del 30 de octubre al 1 de noviembre en el poblado de Tucta, Nacajuca.
“Otro de los objetivos es rescatar, difundir y enaltecer nuestras raíces”, expresó la también promotora cultural que encabeza el Centro Cultural Yokot´an. La sede del evento será el restaurante ancestral Yokok’ux y contará con las siguientes actividades: tianguis artesanal Tapotzingo, concurso de yoko altar, talleres artesanales, coloquio sobre las costumbres de los pueblos, música de tamborileros y danzas prehispánicas.
Explicó que en lenguaje yokot´an maya, ujuliba significa “la venida” y pixán se traduce como “alma”. Es un rito que se asemeja al Hanal Pixán que se celebra en Yucatán.
“Recuerda que nuestra raíz es maya. Sin embargo, en nuestra cultura no usamos el papel picado ni flores de cempasúchil. Nuestro altar es más vegetal. Los manteles son de hoja de plátano y se usan flores de platanillo silvestre. Además, se colocan velas de cebo, fabricadas con grasa de ganado vacuno”, explicó.
En los pueblos indígenas el altar se coloca durante un mes La familia hace la ofrenda de acuerdo con sus posibilidades El patrón o rezador ofrece los alimentos sobre el altar y sólo invoca los nombres de las almas. “No se pone fotografía, porque antes no teníamos esa tecnología, pero la familia le da los nombres al rezador cuando está arrodillado ofreciendo la ofrenda de los alimentos y con él sahumerio se bendice todo el altar”, detalló Rodríguez Torres.
Apuntó que cuando una familia hace una ofrenda grande invita de 50 a 100 familias. “Es toda una fiesta, porque matan de dos a tres animales o lo que haya prometido la familia para las benditas ánimas. Los hombres sacrifican el animal, mientras las mujeres hacen el pozol y lo que se requiera para la ofrenda”, agregó.
Cuando la familia es de escasos recursos sólo se hace el rito entre dos a tres familias. “Lo principal de celebrar la venida de las almas es saborear los alimentos que ofrece la familia”, dijo la promotora cultural.
