Crónicas de la calle
En el “Callejón de los Aguadores”, las familias han subsistido por generaciones con el consumo del líquido que emana del subsuelo
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En el callejón de los aguadores en la colonia Mayito existe un emblemático pozo que se estima tuvo su origen por 1943, cuando fue construido por don Samuel Beaurregard, quien se dedicaba a la venta de agua en latas.
En este lugar, Andrea Pérez Cruz, con más de 50 años de residente, afirma que nunca ha comprado agua purificada, ella y toda su familia han bebido y usado el agua del pozo para todas sus necesidades domésticas.
La historia del llamado “Callejón de los Aguadores”, relata que hace aproximadamente 100 años en este lugar había una quinta que estaba rodeada por una laguna. También aquí había una pequeña hacienda de café, propiedad de Víctor Torre Vidal.
En el lugar existían dos pozos que con los años se fueron tapando, hasta que en los años cuarenta, don Samuel Beaurregard construyó el pozo que sigue vigente. En aquellos tiempos lo usó para vender el agua en los alrededores en una carreta y a caballo, dando su nombre al “Callejón de los Aguadores”, como se le conoce actualmente.
Hoy en día el pozo es propiedad de la nación, comentó Andrea Pérez, quien fue nuera de don Samuel, está registrado ante la Comisión Nacional del Agua y es para el uso de los pobladores quienes incluso han llegado a atribuirle propiedades curativas.
Cuenta con al menos 40 metros de profundidad y el líquido es cristalino. Constantemente es supervisado por la Secretaría de Salud, para prevenir criaderos de mosquito.
Se trata de un lugar con historia
El líquido se aprecia cristalino
El pozo fue construido en 1943