El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio ayer un puñetazo sobre la mesa frente a la pantalla de plasma desde donde le observaba impávido su homólogo ruso, Vladimir Putin, a quien le advirtió que desista de cualquier juego de guerra en Ucrania, o Rusia padecerá “severas sanciones económicas” y reforzará militarmente el flanco oriental de la OTAN, a las puertas del territorio ruso.
«El presidente Biden miró a los ojos hoy al presidente Putin y le dijo que hay cosas que no hicimos en 2014, y que estamos preparados para hacer ahora», dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa después de la cumbre.
El asesor de Biden se refería a la tibia respuesta del entonces presidente Barack Obama y sus aliados europeos a la invasión rusa de la península de Crimea en 2014, que consistió en golpear a Moscú con sanciones económicas, pero no llegó al punto de proporcionar ayuda militar a Kiev.
Según comentó su asesor de la esperada reunión —que no fue televisada—, Biden expresó a Putin su honda preocupación por su actitud en esta crisis y reclamó una “inmediata desescalada” en el conflicto y “una vuelta a la diplomacia”. Asimismo, reiteró el apoyo de EU a la “soberanía” y a la “integridad territorial” de Ucrania.
¿Invasión en 2022?
Según los servicios de inteligencia del Pentágono, Putin planea para principios de 2022 una invasión a Ucrania con al menos 90 mil soldados rusos y artillería pesada desde cuatro frentes diferentes: dos en la frontera oriental, donde están las provincias rebeldes prorrusas de Lugansk y Donetsk; en el sur desde la anexionada Crimea, y un cuarto frente desde la frontera norte, el punto más cercano desde territorio ruso a Kiev, la capital ucraniana.
Esa capacidad militar rusa posicionada en la frontera con Ucrania es «mucho mayor y a una escala mucho más letal» que la que precedió en 2014 a la invasión de Crimea, aseguró este martes la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, en una audiencia ante el Senado estadounidense.
Embargo al gas ruso
Entre las sanciones que estaría barajando el mandatario demócrata están impedir que los grandes bancos rusos no puedan convertir rublos a dólares y otras divisas, además de restringir a los inversores la compra de deuda rusa.
Pero la sanción económica más dolorosa sería el embargo al gas siberiano para calentar Alemania y el norte de Europa, a través del polémico oleoducto Nord Stream 2, para lo que Biden tendría que ponerse de acuerdo en el castigo a Rusia con sus aliados europeos.
«Si Vladímir Putin quiere ver gas fluyendo a través de ese gasoducto, puede que no quiera asumir el riesgo de invadir Ucrania», dijo Sullivan.
El socialdemócrata Olaf Scholz, que a principios de 2022 tomará las riendas de la Cancillería alemana, en sustitución de Angela Merkel, apremió este martes a Rusia a respetar la integridad de la frontera de Ucrania y calificó la situación creada por los movimientos de tropas rusas de «muy, muy seria».
Scholz no se pronunció sobre la amenaza de veto al gas ruso, pero quiso dejar claro que considerará una “grave violación” internacional si las tropas rusas entran en Ucrania.
“Para nosotros es incuestionable la inviolabilidad de las fronteras ucranianas”, insistió, para añadir que la solución a ello pasa únicamente por la vía diplomática.
EU no irá a la guerra
Descartada la idea de enviar soldados a la frontera —Biden sigue padeciendo las consecuencias de la desastrosa retirada militar estadounidense de Afganistán— el presidente de EU fue «directo y franco» en la cumbre virtual sobre las medidas militares que tomará EU, si Putin ordena invadir Ucrania.
Biden dijo a Putin que no dudará en «proporcionar más materiales defensivos a los ucranianos», explicó Sullivan.
Además, Washington «respondería de forma positiva» a la petición de sus aliados de la OTAN en el flanco este, principalmente Rumanía y Polonia, de reforzar su defensa en caso de que Rusia invada Ucrania.
Polonia, que hace frontera con el enclave báltico ruso de Kaliningrado, y Rumania, cuya costa está frente a la anexionada Crimea en el mar Muerto, formaban parte del Pacto de Varsovia hasta el colapso de la URSS, en 1991, y son miembros de la OTAN desde 1999 y 2004, respectivamente.
Con el historial ruso de invasiones en el este de Europa, casi todos los países del viejo continente que orbitaron en torno a Moscú, durante la guerra fría, se pasaron al bando atlántico, incluidas las tres pequeñas repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania, los únicos miembros de la OTAN que pertenecieron a la URSS.
Pero Ucrania, con un cuarto de su población ruso parlante, es una línea roja para el Kremlin.
EU quiere “colonizar” Ucrania
Putin respondió a las acusaciones de Biden sobre la “amenaza” de las tropas rusas cerca de las fronteras con Ucrania, señalando la responsabilidad primera de la OTAN.
«No hay que poner toda la responsabilidad en los hombros de Rusia, ya que es precisamente la OTAN quien efectúa peligrosos intentos de colonizar territorio ucraniano e incrementa su potencial militar en nuestras fronteras», indicó el Kremlin en un comunicado.
Ante esta situación, Moscú quisiera obtener «garantías fiables y jurídicamente vinculantes que excluyan la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armas ofensivas en los países vecinos (a Rusia)», agregó el comunicado de la presidencia rusa.
Asimismo, Putin exige garantías de que la exrepública soviética de Ucrania no será miembro de la Alianza Atlántica y de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no va a lanzar una ofensiva para recuperar el territorio en disputa desde 2014 en su enfrentamiento en la región del Donbás, controlada por los separatistas prorrusos.
Zelenski, el ingenuo
Mientras tanto, y a la espera de que le llame por teléfono Biden, el presidente ucraniano Zelenski aseguró, en un gesto cargado de ingenuidad, que el Ejército ucraniano es capaz de abortar «cualquier plan invasor del enemigo (ruso)».
Con ocasión del 30 aniversario de Ucrania como nación independiente, Zelenski rindió tributo a los soldados que han defendido en los últimos años la integridad territorial del país, escenario desde 2014 de un conflicto con las milicias prorrusas, que ha dejado más de 14 mil muertos.
«Estoy seguro de que las Fuerzas Armadas de Ucrania seguirán defendiendo de manera fiable la libertad e independencia de nuestro Estado», afirmó.